Londres 2012: Bárbara Riveros no pudo y finalizó 16° en la triatlón
Riveros no pudo realizar lo planificado, que era salir del agua a no más de 10 segundos de las rivales clave como la suiza Nicola Spirig, la sueca Lisa Norden y la australiana Erin Densham, y terminó en lugares secundarios.
El triatleta chilena Bárbara Riveros no tuvo una buena jornada y finalizó en la 16° posición en la triatlón de los Juegos Olímpicos Londres 2012.
Riveros no pudo realizar lo planificado, que era salir del agua a no más de 10 segundos de las rivales clave como la suiza Nicola Spirig, la sueca Lisa Norden y la australiana Erin Densham, y terminó en lugares secundarios.
La criolla, en un día sin chispa y sin sprint, salió de la natación a 20 segundos de ellas, 10 más del máximo estimado para enganchar, y en ese momento selló la suerte de su carrera, ya que Spirig, Norden y Densham, quienes emergieron del Serpetine Lake a un minuto de las líderes acuáticas, finalmente le pudieron dar caza al grupo y con un gran trote se llevaron el oro, la plata y el bronce.
Y Riveros en cambio, quien se enganchó en un grupo secundario, debió echar mano a sus grandes condiciones de fondista para quemar posiciones y llegar con 2 horas, 2 minutos y 15 segundo, en el puesto 16 de un circuito londinense que, definitivamente, no le sienta bien.
Es claro que Riveros tenía condiciones y pergaminos para estar en el podio olímpico. Pero al no ser una nadadora potente, la carrera completa pasaba a depender de cómo alcanzar a las mejores a la salida del Serpentine. Y la alternativa existía: Spirig, Densham y Norden. La chilena no pudo aprovecharla porque simplemente no estuvo en su día. Y así, el merecido sueño olímpico se le fue de las manos.
Los casilleros 22 en 2010 y 12 en 2011 daban cuenta del progreso de la chilena en el course inglés, pero también de la dificultad que éste siempre le ha presentado.
En los 1.500 metros de nado las punteras estuvieron en los 18.20 minutos. Spirig, Norden y Densham salieron un minuto más atrás. Y la chilena, 1.22 minuto después, en la posición 37. Ello, pese a que la helada mañana londinense condicionó el uso del traje agua, lo que le vino bien a la chilena pues el neopreno aporta flotabilidad. Pese a ello, la fase acuática vio lenta a Riveros, sin velocidad.
Luego, la triatleta criolla se bajó de la máquina en el puesto 31. Y en adelante todo fue echar mano a su consabida condición para el pedestrismo, logrando remontar 21 lugares para quedar finalmente en el puesto 16. Como dato, y aunque la comparación no es posible pues se trata de circuitos y de períodos técnicos muy distintos, la chilena mejoró su posicionamiento de Beijing 2008, cuando fue 25.