Blatter en la dura: "No entiendo los atrasos de obras por Copa Confederaciones en Brasil"
El presidente de la FIFA criticó a la Comisión Organizadora local por "no hacer nada entre 2007 y 2013", además respondió a las críticas sobre el gasto en estadios indicando que "nunca pedimos que fueran obras de arte".
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, confesó en una entrevista que publica la agencia LanceNet que “no entiende” por qué Brasil, la sexta economía del mundo, se atrasó tanto con las obras para la Copa Confederaciones.
“Comencemos desde el punto de vista de la infraestructura y toda la logística urbana para ir a los estadios, que debe ser hecha por las ciudades sede y los Gobiernos” porque eso “es parte del legado” de la Confederaciones y del Mundial, que se celebrará en 2014, dijo el directivo de la FIFA.
El precio y la pésima calidad del transporte público, que pese a las promesas oficiales no mejoró en las ciudades sedes de la Copa Confederaciones, fue el principal detonante de las protestas que han sacudido al país en las últimas tres semanas, en coincidencia con la celebración del torneo.
Blatter recordó que, en 2007, cuando le fue atribuida a Brasil la organización del Mundial, “todo era fiesta y apoyo en el país”. Sin embargo, la Copa Confederaciones ha quedado marcada por las protestas de los brasileños, que entre otras muchas cosas también reclaman por el alto gasto público en los torneos de la FIFA.
“En un país que todavía es identificado como la sexta economía del mundo puedo entender ahora toda esa reacción y protestas”, dijo Blatter.
“Lo que no puedo entender es por qué, entre 2007 y 2013, nada fue hecho” en materia de las infraestructuras, “que quedarían para la población del país”, apuntó.
Sobre los estadios, cuyos costes en algunos casos han superado los 1.500 millones de reales (unos 680 millones de dólares), explicó que la FIFA “nunca pidió que fueran una obra de arte”.
Blatter también criticó la propuesta brasileña, aceptada por la FIFA, de que el Mundial de 2014 tenga 12 ciudades como subsedes, y aseguró que “no fue una decisión” de la entidad.
Dijo que fue un asunto “definitivamente político, pues todas las regiones (de Brasil) querían ser consideradas” y acoger alguno de los partidos del Mundial.