Brasileños protestan en contra de la organización del Mundial de Fútbol 2014
Los manifestantes advierten que su objetivo es cancelar el megaevento, debido a que en Brasil "hay problemas como la salud, la educación y la vivienda que están en condiciones pésimas".
A menos de cinco meses para que comience el Mundial de fútbol 2014, miles de brasileños protestaron este domingo en varias ciudades de Brasil contra la organización del torneo, aunque las manifestaciones tuvieron un peso mucho menor del esperado por los convocantes.
En las protestas, que comenzaron de manera pacífica, se registraron algunos brotes de violencia en algunas ciudades, en los que han sido detenidas 143 personas, pero no llegaron a sacudir al país como ocurrió durante el pasado mes de junio, a raíz de la celebración de la Copa de las Confederaciones.
El manifiesto de la convocatoria denuncia, entre otros hechos, el sobrecosto en los gastos previstos en la organización del Mundial y adjudica el aumento del presupuesto a la corrupción en las instituciones responsables de la construcción de los nuevos estadios que están siendo edificados para el Mundial.
“Es absurdo que Brasil organice una Copa del Mundo, porque hay problemas como la salud, la educación y la vivienda que están en condiciones pésimas”, declaró Daivis Souza, quien participaba en la protesta de la capital paulista.
Aunque en la víspera de la jornada más de 40.000 personas habían confirmado su presencia a través de las redes sociales, la protesta tuvo un reducido seguimiento, ya que en Sao Paulo, una de las más concurridas, el número de manifestantes no superó los 2.500, informó la Policía Militar.
Las marchas se repitieron en más de una decena de ciudades de Brasil, entre ellas Brasilia, Porto Alegre y Belo Horizonte, también sedes del Mundial, aunque en la mayoría de casos el número de personas que acudieron para expresar sus reivindicaciones no fue mayor de 200, según medios locales.
En Río de Janeiro, donde se jugará la final de la Copa del Mundo, la concurrencia no fue tan elevada como en las manifestaciones de junio, que forzaron al Gobierno a anunciar planes en las áreas de salud y transporte para atender a las demandas de los brasileños.
Un manifiesto repartido al inicio de las marchas denunciaba que Brasil no puede admitir megaeventos que “solo sirven para el lucro de las empresas. Nuestra propuesta es eliminar la Copa. Nuestro manifiesto es una defensa de las personas, en contra de los intereses de lucro y de aquellos que quieren transformar todo en mercado”, agrega el panfleto.