Las 9 cosas impresentables de la Copa América que nunca más queremos ver
Estas fueron las cosas que mancharon un torneo que tuvo a Chile de protagonista.
La polémicas no estuvieron ajenas a esta nueva edición del torneo de clubes más antiguo del mundo. Peleas, acusaciones, faltas groseras, declaraciones destempladas, situaciones antideportivas, malos cobros y un sinnúmero de cosas enlodaron a ratos el campeonato.
Las pifias al himno de Argentina
La tarjeta verde, que invitaba a respetar los himnos, había funcionado bien durante todo el torneo, incluso en duelos complicados como el Chile – Perú y Chile – Bolivia. Todo se acabó en el encuentro de semifinal entre Argentina y Paraguay, donde el abucheo fue mayúsculo a la canción patria trasandina.
El vidalazo
Arturo Vidal se convirtió en el salvador de la selección chilena en los primeros encuentros. Marcó, se fabricó un penal ante Ecuador y volvió a convertir ante México. Su rendimiento lo transformó en el héroe de un equipo que no se había visto cómodo en cancha, pero la noche en que debía regresar a la concentración chocó y destruyó su Ferrari nuevo, valorado en unos 180 millones de pesos… todo esto en estado de ebriedad.
Luego sería formalizado por lo sucedido, sin embargo no hubo sanción de Sampaoli, algo que fue muy criticado por varios sectores. Finalmente jugó toda la copa América, siendo protagonista en todos los partidos donde recibió el apoyo de la hinchada.
Patadas a Alexis
El 7 de Chile llegaba a la Copa América como la principal estrella del conjunto nacional, algo que lo transformó de inmediato en el blanco de todos los defensores rivales, quienes no dudaron en detenerlo a patada limpia. Posteriormente un amigo del delantero declararía que el tocopillano arrastraba un microdesgarro hace varios partidos. Nunca sabremos si fue tan así.
Uruguayo odioso
Los uruguayos no tomaron bien la eliminación ante Chile y se fueron con todo por la expulsión de Cavani, quien reaccionó a una provocación de Gonzalo Jara. Los reclamos siguieron durante los días posteriores: diarios, columnistas, jugadores y ex jugadores lloraron hasta que les dio calambres. Ya está, igual tuvieron que ver la final en casita.
Malos Arbitrajes
Algo que penó en este torneo fue la falta de arbitrajes de categoría. De hecho a Chile se le anularon tres goles legítimos durante el torneo. También se criticó que se dejó “pegar demasiado” a los talentosos como el propio Alexis Sánchez o Neymar, quien quedó fuera del torneo luego de protagonizar una noche de furia con el árbitro nacional Enrique Osses.
Robos a camarógrafos
El evento trajo a cientos de corresponsales de todo el mundo, quienes en su mayoría tenían la imagen de Chile como un país tranquilo. Pero fueron varios los robos que sufrieron los equipos de prensa que estuvieron en las sedes del torneo. Uno de los casos fue el ocurrido en Rancagua, donde robaron más de 20 millones en equipos, mientras en Sausalito un fotógrafo perdió en pleno partido un teleobjetivo de 12 mil dólares.
Argentina, cara dura
Extrañamente los medios argentinos fueron los más críticos con la derrota de Uruguay y comenzaron a insinuar que la copa ya la había comprado Chile, cuando se intuía la final. Mágicamente se olvidaron de todas las ocasiones en que la albiceleste ha sido puesta en duda por sus artimañas, al igual que el fútbol argentino, en especial luego de las escuchas telefónicas a Julio Grondona, “El Padrino” del fútbol sudamericano.
La niñerías de Neymar
Era la estrella de esta copa junto a Messi, pero su actitud lo traicionó en el partido ante Colombia. El jugador, que era uno de los llamados a brillar en el torneo, fue expulsado una vez finalizado el encuentro en que Brasil cayó por 1 -0. Sus reclamos continuaron y fue suspendido por cuatro fechas, castigo que lo dejó fuera del evento de selecciones.
Paolo Guerrero, por favor
La selección peruana se destacó por su buen toque y por vender cara su derrota ante Chile, jugando con un hombre menos. Pero Paolo Guerrero, el delantero estrella, acusó mal arbitraje, metió a la FIFA en el asunto y lloró porque no le habían cobrado “un penal clarísimo”… ¿clarísimo?