FOTOS | Nuevas pruebas echarían por tierra la coartada de Oscar Pistorius por asesinato de su novia

Hace un año se dieron a conocer las imágenes de la escena del crimen que marcó el futuro del atleta Oscar Pistorius, quien es acusado de dar muerte a su novia, la modelo Reeva Steenkamp.

En ella se ve un bate de cricket, uno de los deportes más tradicionales de Sudáfrica, y elemento que podría terminar por sentenciar el destino del corredor paraolímpico, quien sostiene que asesinó a su pareja de manera accidental, ya que le disparó cuatro veces pensando que era un intruso que se había escondido en su baño.

Pero esta coartada ha sido desestimada por los peritos forenses que participaron en la investigación y que dan cuenta de lo ocurrido en el libro “Oscar vs la Verdad”, donde los hermanos Calvin y Thomas Mollet explican que la víctima fue golpeada con el bate en la espalda antes de recibir los disparos.

Según el relato de los hermanos Mollet, “Oscar fue tras ella con un bate de cricket, lo enfureció que ella se encerrara y para asustarla, él golpeó la puerta con el bate de cricket dos a tres veces y también golpeó la placa de acero de la puerta”.

Los expertos sostienen que esta evidencia no fue considerada por el “relajo” de los demás peritos, ya que estaban convencidos de que contaban ya con elementos suficientes para lograr la condena de Pistorius.

Esto, ya que no se hizo esfuerzo para analizar el origen de las lesiones que presentaba la víctima y por qué el bate presentaba restos de sangre, apuntando que esto se debía a una pelea anterior de la pareja, y no se indagó que las marcas en el cuerpo correspondían con el bate Lazer.

Además, los expertos entregan una versión detallada de lo sucedido la noche del homicidio, donde una fuerte discusión hizo Pistorius tomara el bate de cricket para golpear a su novia, quien se refugia en el baño y acto seguido el atleta golpea la puerta con el mismo elemento y luego le dispara desde la habitación.

Sin embargo, la defensa de Oscar Pistorius alega que utilizó el bate para derribar la puerta del baño, tras darse cuenta que no había disparado contra un intruso, sino contra su pareja.

Así, logró ser condenado por homicidio involuntario y tras una apelación fue sentenciado a 15 años de prisión, pero tras un año en el hospital del penal de Kgosi Mampuru, en Pretoria, recibió el beneficio de cumplir su primera condena de 5 años en la casa de un tío.

Pero si la justicia considera las nuevas evidencias dadas a conocer los peritos forenses, su coartada será echada abajo y podría enfrentar un juicio por homicidio calificado.