El infierno que vivió Érika Olivera: fue abusada por su padrastro por 12 años
Recién dos días después de haber sido ratificada por la Presidenta Michelle Bachelet como la abanderada chilena para los próximo Juegos Olímpicos, presentó una denuncia en la PDI contra su agresor.
La atleta que fue confirmada hace algunos días como la abanderada chilena para los próximos Juegos Olímpicos realizó duras e infartantes revelaciones durante una entrevista a Revista El Sábado, en las que confesó haber sido abusada por su padrastro durante doce años.
“Debo haber tenido 5 años la primera vez que me abusó en el campamento. El dormitorio estaba empapelado con un papel mural rojo tipo kraft, él mismo lo había forrado. Él empezó mostrándomelo como un juego, con caricias y después fue avanzando. Esa primera vez no entendí lo que pasó, era una niña, no cachaba nada. Él siempre decía que eso nadie lo tenía que saber. Pasó varias veces más y después nos fuimos a Puente Alto, yo estaba feliz. Creía que al irnos a una casa sólida, con más vecinos, eso se iba a acabar”, relató en la publicación.
Pero esto estaba lejos de terminar. “Me acuerdo llegando hacia la puerta. Estaba sonada, nomás; tenía que pasarlo con él. Apenas tenía la oportunidad, era llegar y llevar para él. Mientras yo no me pude defender, él hacía lo que quería conmigo. A veces, en la noche, él iba al dormitorio nuestro y ahí molestaba un poco, me tocaba cuando estaban mis hermanos. Pero generalmente las cosas se daban en el día, cuando mi mamá no estaba“, añadió.
A la edad de 12 años, cuando comenzó en el atletismo, quiso contarle lo ocurrido a su madre, quien no recibió de buena manera la noticia. De hecho, le contestó que “ojalá que fuera mentira, porque si era verdad que él me abusaba, nadie me iba a querer; no iba a poder tener hijos ni familia“.
Incluso, fue tanto el odio que le generó su padrastro que una vez intentó quitarle la vida con lo que serían unas semillas venenosas que se las puso en su mate pero nada pasó. Cuando tenía casi 18 años fue cuando finalmente lo enfrentó. “Me levantó la mano, yo se la sostuve y él me forzó más. Me puse chora, me defendí y le dije que no me volviera a hacer eso nunca más. De la calle le grité: viejo de mierda. Mi mamá vio todo esto. Para mí fue un gran paso. Él no volvió a violarme. Fue la última vez”, contó.
Respecto a este hecho, Olivera reveló que dos días después de haber sido anunciada como la abanderada olímpica de Chile por la Presidenta Michelle Bachelet, fue a la PDI y presentó una denuncia en contra de su agresor.
Sobre el apellido, que lo obtuvo de su padrastro, aseguró que le hace honor “al apellido de un hombre que fue lo peor que pudo haberme tocado en la vida. El apellido es reconocido hoy como algo exitoso, pero me costó muy caro y todos mis hijos tienen que llevarlo“.