Destapan los cuatro episodios que gatillaron el quiebre de Pizzi con el camarín de la Roja
Problemas con fiestas, poca planificación en partidos clave y algunas actitudes con Alexis Sánchez y su adicción a las redes sociales marcaron el quiebre.
La era de Juan Antonio Pizzi al mando de la selección chilena de fútbol tuvo roces entre el técnico y los jugadores, los que se habrían revelado el liderazgo del entrenador desde la Copa América de 2016.
Según El Mercurio, Pizzi tenía planificado ocupar un centrodelantero típico de área, fuerte, de buen juego aéreo y que preocupara a los zagueros centrales del rival. Sin embargo, el propio plantel le pidió al DT volver al sistema original de Jorge Sampaoli, es decir, con un “9” falso, y no hacer modificaciones. Esa “sugerencia” marcó el primer gran punto de quiebre: el plantel ganó el gallito.
Ebrio Mena
Cuando Eugenio Mena fue sorprendido por Carabineros manejando en estado de ebriedad, antes de la Copa Confederaciones, el entrenador pensó sancionarlo y sacarlo de las convocatorias, pero Arturo Vidal y Gary Medel frenaron al entrenador.
No estuvo a la altura
El siguiente problema fue en Calama, previo al duelo con Bolivia en La Paz. Los jugadores sintieron que no hizo lo suficiente y que jamás se trabajó en la cancha la presión que iba a ejercer Bolivia en el Hernando Siles. En el hotel ya se hablaba a esa altura de las diferencias entre Pizzi y Sampaoli. En esos mismos días en Calama, Marcelo Díaz criticó el planteamiento que preparaba Pizzi y también el que había planificado ante Ecuador.
Alexis, milleniall
En la caída ante Paraguay en Santiago, en tanto, Alexis Sánchez llegó al vestuario para chatear delante de sus compañeros y ni siquiera participó de la charla de Pizzi. Habría estado frustrado por su fallido traspaso al Manchester City. El uso de redes sociales en el entretiempo se hizo una costumbre entre varios jugadores.
Siempre Vidal
El último episodio del Monticello protagonizado por Arturo Vidal, tres días antes del último partido con Paraguay, también generó un quiebre. El “rey” ignoró a Pizzi y a su staff , y la única explicación fue de modo público en conferencia.