“Cóndor” Rojas, de ídolo a defensor de Claudio Bravo
Roberto Rojas fue el gran ídolo de Claudio Bravo. A los 11 años llegó a Colo Colo soñando atajar algún día cómo el Cóndor. Y lo logró.
Hace mucho calor en Sao Paulo por estos días, cuenta Roberto Rojas.
El Cóndor vive en Vila Nova Conceição, un barrio del sur de esta metrópoli gigante. Ahí espera paciente un llamado del mundo del fútbol para volver a la actividad luego de una dura lucha contra ha hepatitis c.
Está recuperado y con ganas.
Reconoce que llamó a Arturo Salah para ofrecer sus servicios. El presidente de la ANFP lo dirigió en Colo Colo. Juntos ganaron el Campeonato Nacional 1986. En rigor, la vuelta la dieron en el verano del ’87 en el estadio Nacional tras ganarle en la final a Palestino.
El Cóndor regaló esa tarde una de sus atajadas imborrables en el arco sur y guarda en un marco la camiseta que usó aquel día. Pero esa es otra historia. Otra larga historia.
Lo importante ahora es que llamó a Salah. Le dijo que podía ayudarlos en la formación de los arqueros del futuro. La respuesta, seca: “Ok, te llamamos”. Su teléfono aún no suena. Por lo menos con algún mensaje de Quilín.
El llamado llega desde El Dínamo y las respuestas caen bajo el sol paulista. Roberto Rojas conoce de cerca el tema y respalda a Claudio Bravo. Dice que las críticas “son injustas y que está en todo el derecho de hacer peticiones”.
El Cóndor cree que el arquero sólo busca ayudar al proceso y a los porteros que vienen.
Roberto Rojas fue el gran ídolo de Claudio Bravo. A los 11 años llegó a Colo Colo soñando atajar algún día cómo el Cóndor. Y lo logró.
Para muchos, el Cóndor es el mejor arquero en la historia del fútbol chileno. El dueño de atajadas imposibles. El protagonista de escenas que ningún otro podrá realizar bajo un pórtico. Pero el propio Rojas resuelve la diputa dándole el honor a Bravo. El bicampeonato de América lo convierte en el mejor de todos los tiempos. Así de simple.
Claudio Bravo renunció a la Selección. Aunque aclare que sólo se “automarginó” por dos partidos, lo suyo es una dimisión. Renuncia porque no accedieron a su petición de contratar como preparador de arqueros a su formador, Julio Rodríguez. Acto seguido, llovieron las críticas para el capitán.
Cóndor Rojas desde Sao Paulo levanta la voz para defender a Claudio Bravo abriendo un debate sobre la proyección de los arqueros del futuro y, quizás sin quererlo, una interrogante no resuelta: ¿Por qué el referente del mejor arquero en la historia de la Roja no tiene trabajo en Chile?
Hace rato que pagó (y con creces) el error cometido en Maracaná.
El 18 de junio de 2014 Claudio Bravo fue la figura en esa misma cancha antes España, el vigente campeón del mundo. El arquero dedicó la victoria al ídolo de su infancia, ese que ahora lo defiende bajo el calor paulista.