El primer D.T. de Héctor Tapia y el extraño debut de Colo Colo en San Carlos
El entrenador de emergencia de los albos da una charla a los jugadores. Les dice que sigan así, que ya llegará el gol. No hay cambios...hasta que le llega otro papel. No puede ser, piensa. La papeleta que manda el asistente de Benítez dice que salen Córdova y Huaracánm las figuras hasta ahora.
El plantel albo está reunido en el Hotel Sheraton. Los jugadores saben que la huelga va.
El Sindicato de Futbolistas Profesionales sigue adelante con su idea de paralizar por primera vez en la historia el fútbol chileno. Hace mucho tiempo que le presentaron un petitorio a la ANFP, encabezada por Ricardo Abumohor. De los 39 puntos del documento, ninguno fue respondido.
Colo Colo sigue en la avenida Santa María y Gustavo Benítez conversa con su cuerpo técnico.
-No se juega y nosotros tampoco vamos.
En la mesa también está Martín Hoces, presidente de la Comisión Fútbol y Luis Muñoz, coordinador del plantel.
-No sé qué vamos a hacer. Los entrenadores de la juvenil también pertenecen al sindicato. No pueden ir tampoco.
-Pero aquí está la solución…
Hoces logra la atención del entrenador paraguayo…
-Luchito po. Si Lucho tiene los cursos de entrenador.
-¿Ah?
-Si po. Lucho Muñoz incluso dirigió en Tercera División.
-¿En serio Luchito?
-Sí profe. Yo hice mis cursos y el ’84 estuve a punto de subir con Lautaro de Buin a Segunda.
Poco antes de la medianoche del sábado 13 de septiembre, Colo Colo decide que su coordinador dirigirá el primer partido en la historia del club en San Carlos de Apoquindo.
Lucho Muñoz sabe que es una ocasión especial y se emociona. Llegó en 1982 a la institución y pasó de todo. De los éxitos deportivos a las penurias económicas.
Fue parte de la primera escuela de fútbol del Cacique, encabeza por Leonardo Véliz y bajo la presidencia de Alejandro Ascuí. Por esos años, el Monumental era una estructura de cemento y las canchas para los menores no existián.
Pedrero era Pedrero realmente.
Entre piedras y maleza practicaban los niños, entre ellos un incipiente goleador de siete años y fuerte carácter: Héctor Santiago Tapia Urdile. Al bisoño “Tito”, Luis Muñoz llama por el apodo de su padre, “Chicho”.
“Chichito” crece y con el paso de los años se convierte en anotador constante. Durante una temporada anota ¡176 goles! con su compañero de ataque Manuel Neira. Juntos también serán terceros en un Mundial Sub 17. A los 16, “Tito” debuta en el primer equipo de Colo Colo. Lucho Muñoz ya es coordinador de los cadetes.
Un año después, con la llegada de Gustavo Benítez, cumple la misma función en el primer equipo. Por eso ahora está sentado en la mesa junto al paraguayo. Y se emociona cuando sabe que será el técnico.
Muy temprano en la mañana le pide a un amigo que lo lleve a su casa en Macul.
-Tengo que ir a buscar una pinta adecuada para el partido.
Don Lucho elige una chaqueta verde olivo y una camisa azul. Pantalón de tela y zapatos. Así sale rumbo a San Carlos. Nunca antes un equipo albo visitó la precordillera.
Los hinchas -en su mayoría- llegan a la Avenida Las Flores en la micro amarilla. Es la 326, que recorre Recoleta-Merced-Providencia-Apoquindo. Hay que caminar un par de minutos antes de asomar en las puertas del estadio. No hay conflictos con los hinchas de la UC.
Hay 600 carabineros destinados al servicio preventivo a cargo del Prefecto de la Zona Oriente, Óscar Cañón. No hay incidentes. Casi trece mil personas llegan al estadio y hay nueve detenidos.
Los únicos molestos son los cruzados que llegan por su talonario Abono UC. Pagaron por ver a los profesionales y no un partido de juveniles. Pero bueno, es así.
Luis Muñoz se cree el cuento como DT. Está en el camarín ordenando a su equipo titular. Ya eligió a los once. De pronto, la decepción.
-Don Lucho, le mandó esto Gualberto Jara…
El ayudante de Benítez -que está sentado en la Tribuna Preferencial- envía un papel con la formación titular.
Guillermo Quiñonez, Marcos Molina, Luis Mena, Pablo Contreras, Alejandro Escalona, Cristian Díaz, Rodrigo Sanhueza, Pablo Huaracán, Nicolás Córdova, Francisco Arrué y Álvaro Sarabia.
Luis Muñoz da el equipo, resignado. En la cancha, la oncena se ve bien. Huaracán y Córdova son buenas figuras. Los remates de Arrué complican a Enrique Silva. Sin embargo, Universidad Católica tiene a un jugador profesional en sus filas. Hace poco cumplió 18 años pero fue comprado por sus grandes campañas con Everton. Y “Moyita” anota un golazo. Así termina el primer tiempo.
El entrenador de emergencia de los albos da una charla a los jugadores. Les dice que sigan así, que ya llegará el gol. No hay cambios…hasta que le llega otro papel. No puede ser, piensa. La papeleta que manda el asistente de Benítez dice que salen Córdova y Huaracánm las figuras hasta ahora.
Resignado, otra vez, Lucho Muñoz realiza los cambios. Su equipo pierde 4 a 1. Para los registros, es el primer Clásico entre Universidad Católica y Colo Colo en San Carlos.
Gustavo Benítez entra al camarín y, pese a la derrota, agredece a los jugadores por su esfuerzo. Luis Muñoz, medio en broma medio en serio, lo emplaza:
-Shi, profe, los cambios que me hizo. Sin esos cambios ganábamos. Tuvo miedo de que ganara y que yo siguiera como entrenador…
Las risas cierran la escena.
Así se fue el Cacique en su primera visita a la precordillera.