Qué ha hecho Conmebol con los partidos programados en países en crisis
Los graves incidentes en Chile han puesto en duda la realización de la final de la Copa Libertadores. El organismo internacional ha manejado las situaciones de diversa forma en las últimas décadas.
El fútbol nunca ha estado ajeno a los acontecimientos políticos y sociales que afectan a los países. Ahora la atención la tiene Chile, que está viviendo un estallido social de proporciones y que el 23 de noviembre debe recibir la final única de la Copa Libertadores de América.
Pese al Estado de Emergencia vigente por los graves incidentes en Santiago, desde el organismo internacional han “reafirmado” su compromiso de disputar la definición en la “fecha, lugar y hora acordados inicialmente”.
Mediante un comunicado, la entidad expresó que se “encuentra en permanente contacto con las autoridades y todos los entes relacionados con la realización del espectáculo de la final única en Santiago de Chile”.
Más allá de esto, la Conmebol ha tomado diversas posturas sobre los acontecimientos que viven constantemente los países latinoamericanos.
La final de la Copa Mercosur y la crisis en Argentina
En diciembre de 2001 Argentina vivió una de sus crisis sociales más graves de la última década. La revuelta popular surgida tras el “corralito financiero” terminó con la renuncia del presidente Fernando de la Rúa.
Por esos mismos días, San Lorenzo de Almagro, equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini, alcanzó la final de la Copa Mercosur (torneo antecesor de la Copa Sudamericana) y enfrentaba la final con Flamengo de Brasil. Los partidos eran de ida y vuelta y el primero se disputó el 12 de diciembre de 2001 en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Pocos días después del encuentro comenzaron los graves incidentes en Buenos Aires, la sede del partido de vuelta. Ante esto, Conmebol decidió suspender el partido y lo postergó hasta el 24 de enero de 2002. El equipo “Cuervo” se quedó con la victoria con los penales.
Problemas en Venezuela
Venezuela ha vivido una serie de problemas políticos, económicos y sociales, los que se agudizaron bajo el mando del presidente Nicolás Maduro. Estas complicaciones se han extendido hacia el balompié de diversas formas.
En abril de 2019, la Conmebol suspendió un partido entre Estudiantes de Mérida y Argentinos Juniors por la Copa Sudamericana. El encuentro se iba a disputar en medio de la “Operación Libertad” liderada por el presidente encargado Juan Guaidó.
Los trasandinos habían llegado a Mérida, pero se quedaron en un hotel y pudieron retornar a Buenos Aires sin mayores problemas. El partido se terminó jugando en mayo y fue victoria 1-0 para los locales.
Durante ese mismo tiempo, pero en Copa Libertadores, Palestino debía viajar a Maracaibo para jugar ante Zulia. Desde el cuadro chileno afirmaron que la localía se debía trasladar a otra ciudad, especialmente luego que Estados Unidos decretara “la suspensión de todos los vuelos aéreos desde y hacia Venezuela”. El organismo rector desestimó el pedido y el partido se jugó el día y hora programado inicialmente.
Protestas en Ecuador y la Copa Libertadores Femenina
En octubre de este año Ecuador enfrentó grandes protestas contra el presidente Lenín Moreno por la suspensión del subsidio de los combustibles. Aquello provocó el alzamiento del movimiento indígena, al que también se intentó colgar la oposición liderada por Rafael Correa.
Todos estos acontecimientos ocurrieron mientras se desarrollaba la Copa Libertadores Femenina, donde participaron Santiago Morning y Colo Colo.
La situación de tensión fue tal que el mandatario tuvo que dejar la sede de gobierno en Quito para trasladarse hasta Guayaquil. Por lo mismo, el sábado 12 la Conmebol decidió suspender los partidos del torneo.
Afortunadamente, el conflicto finalizó un par de días después luego que Moreno alcanzara un acuerdo y congelara el fin del subsidio. Tras esto, el campeonato se reanudó con total normalidad.