¿Una Superliga de Chile?: la historia del experimento argentino que salvó a los equipos “grandes”
La crisis abrió la puerta para una inédita propuesta para nuestro país, la que busca agrupar a 24 equipos en Primera. La AFA de Grondona la aplicó en 2015.
El fútbol chileno está al borde de la suspensión definitiva por este año debido a la crisis social que vive el país. En medio de todo el debate, que se plasmará en el Consejo de Presidentes extraordinario que se realiza este martes, apareció una inédita propuesta que sugiere la creación de una Superliga para Chile.
La idea consiste en decretar el ascenso de varios equipos a la Primera División. Independiente de Cauquenes, por ejemplo, planteó que la máxima categoría tenga 24 clubes con los ocho primeros lugares de la actual Primera B. Con ello la Segunda División Profesional desaparecería para que sus 11 equipos suban a una nueva segunda categoría.
Esto también significaría que instituciones que corren peligro de descender como Universidad de Concepción, Deportes Iquique y Universidad de Chile sigan en la máxima competición por al menos una temporada más.
La propuesta, que algunas instituciones se la están tomando en serio, está inspirada en una de las últimas acciones realizadas por Julio Grondona como líder de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), la que según muchos solo buscó proteger a los equipos “grandes” para que no descendieran o subieran rápidamente de categoría.
El campeonato con 30 equipos
Wanderers y Cobreloa en un partido de la Primera B de Chile. (Foto: Agencia Uno)
Tras el descenso en River Plate en 2011 varias autoridades analizaron la situación de los principales equipos de la liga trasandina. En 2013 le tocó bajar a Independiente de Avellaneda, equipo profundamente ligado a Grondona.
Fue en ese tiempo que el octogenario dirigente entregó una idea para un campeonato con 30 equipos en Primera a partir de 2015. Los diez ascensos se dirimirían en un torneo “todos contra todos” de la B Nacional (segunda división), a jugarse entre julio y diciembre de ese año.
Según lo recogido por la prensa en aquellos años, uno de los principales puntos de rechazo a la propuesta es que los equipos que ascenderían no tendrían los beneficios económicos que aquello implicaría. Por otro lado, un campeonato extenso le daría espacio a los entrenadores para permanecer en sus puestos por más tiempo, dándoles una estabilidad laboral importante.
El formato finalmente se aprobó en 2014, meses antes que el también ex vicepresidente de la FIFA muriera. El campeonato de 30 equipos finalmente se puso en marcha en 2015.
Aunque supuestamente la idea era hacer un torneo grande para que Independiente pudiera subir con mayor facilidad, el cuadro rojo ya estaba en Primera División cuando se aplicó. De todos modos, los comentaristas e hinchas aseguraron que un torneo con muchos equipos finalmente cumpliría el objetivo de sostener a los clubes tradicionales en la máxima categoría.
Beneficiados y funcionamiento temporal
Crucero del Norte, uno de los equipos argentinos que entró al torneo.
A diferencia de lo que se pretende hacer en Chile, la Superliga de Argentina no implicó la desaparición de un campeonato, aunque sí derivó en el ascenso de varios equipos. Colón de Santa Fe, San Martín de San Juan, Argentinos Juniors, Nueva Chicago, Aldosivi, Unión Santa Fe, Crucero del Norte, Temperley, Sarmieto y Huracán fueron los 10 elencos que se sumaron al campeonato en 2015.
Adicionalmente, se salvaron equipos como Quilmes y Olimpo de Bahía Blanca, que no descendieron pese a concretar una paupérrima temporada que los dejó en los últimos lugares de la tabla anual de 2014.
El campeonato se comenzó en febrero y terminó a principios de noviembre. Como se trataban de 30 equipos, se decidió jugar una sola rueda, estableciendo excepciones como los rivales clásicos, los que pudieron enfrentarse dos veces en el año siendo locales en sus respectivas canchas.
Al final del año se establecieron dos descensos, los que afectaron a Nueva Chicago y Crucero del Norte, dos de los equipos que fueron beneficiados con la ola de ascensos.
El formato tenía fecha de vencimiento, ya que tras la muerte de Grondona la mayoría de los dirigentes buscó establecer cierta “normalidad” en el desarrollo del fútbol. Por lo mismo, y de manera paulatina, fueron disminuyendo la cantidad de equipos. En la actualidad, el campeonato trasandino tiene 24 equipos, en una cifra que podría ir bajando.
