La ganancia de la U tras el fin del torneo y la disputa por el Chile 4
En un par de meses el cuadro azul pasó de pelear por no descender a la Primera B a luchar por un cupo a un torneo internacional.
La U pasó del infierno de pelear por el descenso a luchar por un inesperado cupo de Chile 4 de Copa Libertadores. Los acontecimientos del 18 de octubre provocaron un cambio radical en la realidad del cuadro azul, que logró salir a flote y abrió su apetito a objetivos que hace un par de meses eran imposibles.
La supresión de los descensos generó un alivio absoluto en el “Romántico Viajero”, el que durante este 2019 completó una de sus peores campañas en tres décadas en un complejo contexto económico para la concesionaria Azul Azul, que incluso tuvo que ahorrar en elementos como el shampoo para disminuir los gastos.
Ahora el elenco laico deberá prepararse para la disputa del último boleto para el torneo internacional, en una lucha que su rival, Unión Española, quiere evitar pelear dentro de la cancha para llevarla al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Salvados de la B
El destino hizo que un grupo ligado al máximo rival de los azules prácticamente los salvara del descenso. El violento ingreso de la Garra Blanca al partido entre Unión La Calera y Deportes Iquique en La Florida desató todas las dudas sobre la continuidad del fútbol en medio del estallido social.
Tanto el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) como los directivos de varios equipos pidieron no seguir jugando. El 29 de noviembre, el Consejo de Presidentes de la ANFP decretó el cierre del Campeonato Nacional sin descensos. Con esto el equipo dirigido por Hernán Caputto evitó caer a la segunda categoría.
La salvación se hizo aún más evidente cuando se determinó que el suspendido duelo entre los caleranos y los iquiqueños finalizó con un empate. Esto significaba que los universitarios caían al penúltimo lugar, justo en la zona roja.
La pelea por el Chile 4
Con el tema del descenso resuelto, la U abrió su apetito hacia otro objetivo pendiente: el cupo de Chile 4 de Copa Libertadores.
La designación de este puesto había quedado en el aire, ya que se entregaba mediante la Copa Chile, torneo que fue modificado completamente debido al estallido social. Por lo mismo aparecieron varios candidatos, aunque todo apuntaba a que la lucha estaría entre los azules, Unión Española y Unión La Calera.
En el caso de Universidad de Chile y de los hispanos, ambos podrían aspirar al cupo como semifinalistas de la Copa. Los cementeros, en tanto, lo pedían al haber terminado en el cuarto puesto de la tabla general del Campeonato Nacional.
El presidente de Azul Azul, José Luis Navarrete, envió un oficio a la Federación de Fútbol donde argumenta que la U obtuvo un mejor desempeño deportivo y disciplinario en la Copa Chile, lo que la haría merecedora del Chile 4.
En un enredo total, los dirigentes determinaron que la U y la Unión Española disputen en cancha el cupo, en un partido que quedó programado para enero de 2020. Los de colonia avisaron que no jugarían y que irían al TAS, por lo que la entrega de la clasificación a los estudiantiles vía secretaría podría hacerse realidad.
El Chile 4 no solo implica un paso importante a nivel deportivo, ya que además otorga 500 mil dólares (cerca de 390 millones de pesos) al club que lo consiga. En caso de avanzar de ronda, se agregarían 550 mil dólares más (más de 420 millones de pesos). De llegar a la fase de grupos obtendría unos 3 millones de dólares (más de 2 mil millones de pesos).
Las pérdidas en el plantel
Pese a estas ganancias, la institución universitaria ha tenido importantes bajas en su plantel, muchas de ellas arrastradas del pésimo rendimiento que mostraron el año 2019.
La primera partida fue la del arquero Johnny Herrera, quien no fue considerado como titular para la próxima temporada. El golero, que es considerado un ídolo del plantel azul, se fue tan molesto con los dirigentes de Azul Azul que terminó acusándolos de no querer pagar por la operación del jugador Jimmy Martínez, a quien le detectaron un tumor en un ojo.
Otra partida sensible fue la del uruguayo Leonardo Fernández. El volante jugó pocos partidos, pero mostró un gran nivel. Lamentablemente, la concesionaria azul no logró llegar a un acuerdo con Tigre (el club dueño de su carta) para extender su permanencia por una temporada más.
Adicionalmente, otros jugadores como el delantero Leandro Benegas y el volante Rodrigo Echeverría también dejarán la institución. Los canteranos Camilo Moya y Nicolás Guerra fueron declarados transferibles, por lo que podrían cambiarse de equipo en las próximas semanas.