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5 de Febrero de 2020

Monedazos y gas pimienta: los otros incidentes graves que han afectado a partidos de la Conmebol

Tanto la Copa Libertadores como la Sudamericana vivieron momentos de alta tensión por diversos hechos de violencia ocurridos en los estadios, los que terminaron en sanciones para los equipos.

Por Sebastián Dote
conmebol
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Las llamas en la galería del Estadio Nacional durante el partido de Universidad de Chile e Inter de Porto Alegre por Copa Libertadores encendieron todas las alarmas sobre la eventual castigo que determine la Conmebol, organismo a cargo de los torneos internacionales del continente.

Los azules esperan que la entidad considere el complejo momento social del país para aminorar las sanciones, las que podrían ir desde una millonaria multa hasta la suspensión del recinto de Ñuñoa para jugar como local.

Lo cierto es que tanto la Libertadores como la Copa Sudamericana (el otro torneo organizado por Conmebol) tiene una larga experiencia en estos casos, ya que son varios los partidos a lo largo de su historia que han sido afectados por hechos de violencia desde el público, los que han perjudicado directamente a los jugadores en la cancha.

Peleas y lanzamiento de objetos de todo tipo han marcado un torneo que siempre continúa en marcha pese a la convulsión social de los países involucrados.

La violencia en partidos con chilenos


Los hechos de violencia en partidos internacionales le costaron caro a los equipos chilenos que no pudieron controlar a su público en sus propios estadios. La Conmebol no tuvo contemplación con Cobreloa y Colo Colo por situaciones que afectaron el desarrollo de sus partidos.

Los incidentes que afectaron a los loínos ocurrieron durante los octavos de final de Copa Libertadores en 2002, cuando recibieron en Calama a Olimpia de Paraguay. El duelo, válido por la ida de los octavos de final del torneo internacional, estuvo marcado por un escándalo protagonizado por el árbitro argentino Ángel Sánchez.

El juez recibió una moneda que fue lanzada desde las tribunas, que lo dejó inconsciente. El encuentro se suspendió antes de terminar el primer tiempo e implicó que Cobreloa cayera 2-0 y que el Estadio Municipal de Calama quedara suspendido para el resto de ese año.

Los albos, en tanto, vivieron una situación similar durante su participación en la Copa Sudamericana 2006. Eran los cuartos de final y el “cacique” recibía a Gimnasia y Esgrima de La Plata en el Estadio Monumental. Durante el encuentro, el jugador visitante Nicolás Cabrera acusó el lanzamiento de un objeto que le golpeó la cabeza.

Debido a esto, Conmebol suspendió el recinto de Pedrero por dos fechas, por lo que Colo Colo tuvo que jugar la final ante Pachuca en el Estadio Nacional. Afortunadamente, no hubo un castigo deportivo, por lo que se mantuvo la victoria 4-1 de los chilenos en aquel encuentro.

El gas pimienta de La Bombonera


Uno de los momentos más escandalosos en la historia de la Copa Libertadores ocurrió en 2015, cuando Boca Juniors y River Plate se enfrentaron por octavos de final. El clásico estuvo marcado por una insólita acción realizada por los hinchas xeneizes en el Estadio La Bombonera.

La barra brava se ubicó en la orilla del túnel de salida y lanzó gas pimienta a los jugadores “millonarios”, quienes ingresaron a la cancha totalmente congestionados. Debido a esto, Conmebol descalificó a Boca Juniors y dio a River como ganador de la llave.

Tras el ataque se identificó al barrista Adrián Napolitano, apodado como “El Panadero”, como el autor intelectual de los hechos. Tanto él como sus cómplices fueron expulsados del club y quedaron impedidos de por vida de volver a entrar en La Bombonera.

La final que se trasladó a Madrid


Fue sin dudas el hecho más complejo que ha enfrentado la Conmebol en su historia. La final de la Copa Libertadores 2018, la que nuevamente cruzó a River y a Boca, obligó a trasladar el encuentro a Europa ante la falta de seguridad en Buenos Aires.

El encuentro de ida, que se jugó en La Bombonera, terminó 2-2 y se desarrolló de forma completamente normal pese a un retraso por temas climáticos. La vuelta, programada para el día 24 de noviembre, se debía disputar en el Estadio Monumental, donde el elenco de la “banda sangre” ejerce como local.

Los problemas se generaron en las afueras del recinto, justo en una de las calles de ingreso, donde el bus que trasladaba al plantel de Boca fue apedreado por los barristas de River Plate. Algunos jugadores resultaron con algunas heridas, por lo que el encuentro se tuvo que suspender.

La falta de garantías para disputar el encuentro tanto en Argentina como en otro país de Sudamérica llevó a que los dirigentes llevaran la definición del título al estadio Santiago Bernabéu de Madrid, recinto en donde las barras bravas no pudieron llegar. En definitiva, River Plate se quedó con ese partido al ganarlo por 3-1 y se alzó con la copa.

Hace algunas semanas, y a más de un año del escándalo, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) desestimó parte de una apelación de Boca Juniors, por lo que mantuvo el resultado deportivo del encuentro. Sin embargo, decidió castigar a River Plate con dos partidos a puertas cerradas (sin público) en el certamen internacional, los que serán cumplidos en la actual fase grupal del torneo, que comienza en marzo.

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