Qué pasó en Uruguay para que la FIFA interviniera en su fútbol
El presidente de la ANFP, Sebastián Moreno, estaría buscando la participación del organismo en el proceso para su salida del cargo, en una situación similar a la vivida por los charrúas.
El presidente de la ANFP, Sebastián Moreno, está realizando los últimos ajustes para dejar el cargo tras la arremetida de la oposición, en un proceso que podría ser intervenido por la FIFA, tal como ocurrió hace algunos años en el fútbol de Uruguay.
Es que el abogado recurriría al organismo de Zúrich y a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para que vigilen el proceso de transición tras la oficialización de su renuncia y las nuevas elecciones, las que se deberían realizar en agosto próximo.
“Una vez concluido este proceso de normalización, se espera retomar el curso normal de la institución, esperando que la evolución de las condiciones sanitarias permita, asimismo, el pronto retorno a la actividades deportivas”, plantó el ex timonel de Cobresal en un texto difundido por La Tercera.
La crisis del balompié nacional hizo recordar inmediatamente lo ocurrido en agosto de 2018 con la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), que actuó directamente luego que la mesa directiva quedara sin ningún liderazgo.
La crisis charrúa
La crisis en el fútbol de Uruguay, que obligó a la intervención inmediata de la FIFA, se desató en junio de 2018 luego de la renuncia del presidente de la AUF, Wilmar Valdés.
El dirigente, que había escalado en posiciones tras el escándalo de corrupción del FIFA-Gate, terminó siendo cuestionado por irregularidades en su gestión, entre ellas una serie de licitaciones realizadas durante el año 2016. Su caso quedó expuesto en una serie de audios que fueron publicados en los medios de comunicación.
Aunque públicamente Valdés afirmó que dejaba la presidencia del fútbol uruguayo por motivos personales, lo cierto es que las revelaciones en su contra fueron las que precipitaron su caída, la que impidió que se presentara a una reelección. En diciembre de 2019 la FIFA lo inhabilitó por un año para ejercer cargos deportivos y lo multó con 10.000 francos suizos (10.228 dólares).
El caos dirigencial era total y los temores ante los problemas de un nuevo proceso electoral obligaron a que el presidente del fútbol mundial, Gianni Infantino, tomara medidas drásticas y solicitara la intervención total de la AUF.
La intervención
La FIFA inició su trabajo en Uruguay durante el mes de agosto de 2018, creando una “Comisión Regularizadora” que vigilaría todas las actividades deportivas y dirigenciales.
La medida generó el rechazo de algunos clubes y especialmente del gobierno, quien alegó que ningún organismo internacional podía entrar a intervenir en una entidad local. “Para el país no puede haber un organismo internacional que intervenga asociaciones nacionales. Lo que debe hacer una asociación civil en Uruguay”, señaló la entonces ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz.
Más allá de esto, la comisión logró armarse y operar para intentar “ordenar la casa”. El presidente del grupo, que al mismo tiempo quedó como el timonel de la AUF, fue el senador Pedro Bordaberry. Entre sus integrantes también tuvo a una personalidad conocida en Chile como el ex defensa de Colo Colo, Andrés Scotti.
La misión de los interventores era permitir el funcionamiento normal de los campeonatos, la administración de una orgánica que estaba prácticamente descabezada, y principalmente ajustar los reglamentos internos a los parámetros actuales de la FIFA y la Conmebol.
En diciembre de 2018 la comisión impuso unos nuevos estatutos, los que definieron, entre otra cosas, un equilibrio en el poder entre los clubes profesionales. También se determinaron medidas para garantizar mayor transparencia y evitar los hechos que generaron el caos.
Uno de los puntos más importantes definidos por la intervención de la FIFA fue la participación de los distintos estamentos en el llamado Congreso, los que desde ese momento no tendrían la participación exclusiva de los dirigentes de los equipos, sino que además tendrían cupos para que jugadores, entrenadores y árbitros de diversas categorías participaran con sus votos ante cualquier decisión.
Con estas medidas decretadas, la comisión llamó a elecciones para abril de 2019, las que dieron por ganador a Ignacio Alonso Labat, quien actualmente preside el fútbol charrúa.