Qué tan lejos está la educación chilena de la finlandesa: cinco diferencias
Eevamaija Vuollo, magister en educación intercultural de la unversidad de Oulu, de Finlandia, detalló cómo es la educación en el país europeo más citado por expertos -y no tanto- como ejemplo de excelencia.
Citar a Finlandia como modelo de educación gratuita y de excelencia es tan recurrente que a estas alturas se ha convertido casi en un cliché en las discusiones sobre la reforma educacional. Tanto que el ministro Eyzaguirre, cuando encabezaba el Mineduc, viajó al país en 2014 para ver de cerca cómo es ese paradisiaco modelo educativo.
Pero en muchos casos políticos y otros ciudadanos comparan a Chile con el país europeo sin siquiera saber -a veces- cómo funciona el sistema de educación mejor evaluado de la OECD. Eevamaija Vuollo, magíster en educación intercultural de la Universidad de Oulu, en Finlandia, y actual pasante de Educación 2020, explica las principales características de la educación finlandesa que la diferencian de la educación chilena.
1.- Una reforma educativa profunda
La experta explica que Finlandia hizo una reforma educativa en los 60′ basada en la equidad, acompañada de una reforma tributaria con altísimos impuestos. Actualmente quienes tienen mayores sueldos pagan más de un 50% en impuestos. “Todos pagan porque todos usan lo público y porque se entiende que la educación es bienestar común”, explica Vuollo. Gracias a esto, la educación (incluido el arancel, transporte, materiales, alimentación) es totalmente pública y gratuita. Desde preescolar hasta el posgrado.
2.- Los colegios no compiten, sino que colaboran
La finlandesa explica que en Finlandia los colegios no seleccionan y que los alumnos estudian en el establecimiento más cercano a su casa. “Se trabaja para que todos sean de calidad. Los colegios colaboran y no compiten, porque no se realizan rankings entre ellos“.
En Chile los colegios públicos y subvencionados compiten por matrícula para recibir la subvención. La matrícula en los colegios públicos ha caído desde un 80 a un 40% en 30 años. Y aún persiste la segregación económica según el tipo de establecimiento: los ricos estudian con los ricos, y los pobres con los pobres.
3.- Ser profesor es valorado en la sociedad
“Cada año postulan miles de personas y sólo es elegido el 10%, porque pedagogía es una carrera popular, reconocida económica y socialmente”, cuenta Vuollo. Los docentes, que para optar al puesto tienen que tener grado de magíster, se auto evalúan y el horario de los colegios es de 9 a 14 horas, con recreos de 15 minutos cada una hora. Los docentes tienen tiempo para corregir pruebas en la tarde.
Casi no hace falta decir que en Chile no pasa absolutamente nada de eso. Aunque en Educacíón 2020 destacan los avances de la creación de la carrera docente, “que mejoró los salarios y los tiempos para preparar las clases”.
4.- No existen las pruebas ni currículums estándar
En Chile el Mineduc fija una malla curricular que debe enseñarse en el colegio y que se evalúa en pruebas como el Simce. la PSU, y exámenes escolares. Mientras que Vuollo explica que en Finlandia el currículum más que contenidos “contiene valores y objetivos de enseñanza y se actualiza cada diez años“. Los directores y profesores de cada establecimiento crean su propio currículum, “porque son ellos quienes los expertos, quienes saben qué necesitan los niños”. Y no hay pruebas estándar, porque “cada alumno es diferente”.
5.- Educación innovadora
En los colegios Finlandeses se aprende sobre salud, artesanía, ética, lenguajes y religiones. Y se implementan varios estilos de pedagogía para los distintos tipos de estudiantes. Eevamaija Vuollo dice: “la enseñanza se basa en fenómenos, porque la vida no está separada en asignaturas. Un ejemplo: la migración. Para lectura, se leían autores de esos países. Para geografía, se revisaban las rutas tomadas por esas personas. Se escuchaba su música. Y al final, escribimos cartas de bienvenida para esos niños y niñas migrantes”.
En Educación 2020 concluyen: “No es que queramos copiar tal cual lo que ocurre en Finlandia. Son países y culturas diferentes. Lo que destacamos son los valores presentes en su modelo educativo: inclusión, reconocimiento docente y aprendizaje basado en experiencias reales”.