Experto mundial en educación: "Chile busca cambios radicales que pueden ser más peligrosos de lo esperado"
El ex coordinador de temas de educación superior del Banco Mundial explicó por qué no debe existir el Cruch y por qué le asusta el rumbo que toma Chile con las reformas que se discuten.
El currículum del economista marroquí Jamil Salmi no resiste ningún análisis y lo ubica como experto en educación a nivel mundial. Es doctor de Estudios del Desarrollo, asesor en materias de educación superior para gobiernos de más de 60 países y por muchos años coordinador de los programas de educación superior del Banco Mundial.
Salmi conoce en detalle el caso chileno: trabajó en el informe de la OECD y el Banco Mundial que analizó el estado de la educación terciaria en Chile y ha trabajado en conjunto con varias universidades del país. En 2009 declaraba que “la educación superior chilena es una de las mejores de América Latina”, aunque desde ya advertía que había problemas con la inversión pública, acceso y equidad.
Sin embargo actualmente dice estar preocupado. Incluso con algo de tristeza por lo que pasa con la discusión sobre el futuro de la educación superior en el país. En el seminario “Investigación y Educación en Red”, organizado por REUNA, Salmi fue enfático en advertir que el país podía estar desviándose respecto a lo que él consideraba un buen rumbo en materia de educación terciaria.
“A mi siempre me ha llamado la atención el ambiente de pesimismo que hay en Chile. Especialmente en los últimos cinco años. Pareciera que todo está mal, pero si uno mira los resultados de Chile dentro de América Latina no les va tan mal“, dijo el experto.
A continuación mostró una serie de gráficos que posicionan a Chile como el segundo país con educación superior menos desigual de Latino América, después de Cuba; el país que tiene la mayor cantidad de estudiantes pobres en la universidad, por sobre Argentina y Brasil; y el país que, en proporción a su población, tiene más universidades dentro del top 500 mundial.
Aunque también destacó varios aspectos a mejorar, como la existencia del CRUCH y la calidad de algunas instituciones. “Aún hay un nivel muy bajo de los egresados de la secundaria, las carreras son muy largas y las prácticas pedagógicas muy tradicionales”, dice. “En Chile los mejores estudiantes están por debajo de los peores de Shangai”.
“Chile tenía muchas características buenas pero había que hacer ajustes. Pero se han querido hacer cambios radicales que a lo mejor pueden ser más peligrosos para la educación chilena de lo esperado (…) Yo veo imágenes en su sociedad que me asustan mucho de cómo se ha desarrollado la agenda de la reforma en la educación superior. Recién hubo el secuestro de un rector. Y la acción de los encapuchados me recuerda un poco al Ku Kux Klan”, advirtió.
En conversación con El Dínamo, antes de seguir con su agenda, Salmi profundizó en algunos de los aspectos que están en el centro del debate como el lucro, la gratuidad universal y la eliminación del CAE.
-¿Cuál es a su juicio el peor error que puede cometer Chile en su reforma a la educación superior?
-Lo peor sería no trabajar con consenso y no trabajar juntos para definir juntos el sistema de educación superior.
Durante el encuentro explicó: “Los países que logran hacer reformas son países que pasaron por una crisis, o que recibieron un informe de expertos que piden un cambio o porque hay un nuevo liderazgo.Ustedes tienen las tres condiciones (…) Sin embargo les falta lo más necesario: hay muy poca confianza entre los distintos actores y poco consenso en la sociedad chilena (…) En Dinamarca lograron hacer una reforma de fondo con consenso en la sociedad. Fue un programa no de gobierno, sino que del Estado para el futuro”.
-¿Qué opina de la discusión sobre el lucro en la educación superior? Hay quienes dicen que la discusión en Chile se ha centrado mucho en esto.
-Tener instituciones con fines de lucro es una decisión filosófica e ideológica de cada país. En Perú, México y Brasil tienen un estatuo para el lucro. El problema en Chile es que existen instituciones con lucro pero no hay un esquema regulatorio para eso. Si el país quiere que haya fines de lucro, tiene que haber dos condiciones: primero que la calidad de estas universidades sea muy fuerte y segundo que las instituciones que lucran paguen los impuestos como cualquier empresa con fines de lucro. Yo personalmente no tengo opinión de si deberían tener lucro o no, eso cada país lo debe decidir. Pero si es importante implementar estas dos condiciones.
-¿Es partidario de la gratuidad universal en educación superior?
-La gratuidad universal hay que explicar bien de qué se trata. Esto no es sobre tener cobro o no tener cobro. Es si el costo neto para el estudiante es cero. En muchos países donde hay gratuidad universal se ve una transferencia de la parte más pobre de la población hacia los ricos, en la medida de que los estudiantes que vienen de las familias ricas van más a la universidad. Por eso la gratuidad universal suele funcionar solamente en países como los nórdicos, en los que hay suficientes recursos para pagar a todos y donde hay un sistema de impuestos bien equitativo y progresivo.
-El gobierno anunció que en 2017 podría terminarse con el CAE. ¿Qué opina de esta forma de financiamiento?
-Siempre he dicho que lo mejor es tener un mismo sistema para todos los jóvenes chilenos en lugar de tener un fondo solidario y el CAE. Hay que ver cuáles son las condiciones más favorables para los estudiantes y el sistema más eficiente para recuperar el dinero (…) Lo lindo del sistema de crédito es que es un sistema de solidaridad entre generaciones, entre egresados y nuevos estudiantes. Pero mi recomendación es unificar en un solo sistema.
-También ha hablado de la necesidad de terminar con el CRUCH. ¿Por qué considera que esta agrupación no debe existir?
-Lo voy a explicar con un ejemplo. Imagina que yo como padre tengo dos hijos: uno que sacó 500 puntos en la PSU y otro que sacó 480. Y por eso uno va a entrar a una institución del CRUCH y el otro no. Yo como papá no puedo decir: “voy a financiar solo al primero y al segundo no, porque no es tan buen estudiante”. Y es lo que pasa con instituciones que son del CRUCH y las que no lo son. Hay instituciones que no son tan malas afuera del CRUCH. Y hay que considerar que estar en el CRUCH significa tener acceso a subsidios públicos diferenciados. Eso me parece injusto porque todos son chilenos.