Descentralización cultural y universidades regionales
"Las regiones son agentes activos de la producción cultural nacional, constituyen territorios en los cuales creadores y creadoras jóvenes buscan desarrollarse con calidad y a nivel global desde diferentes ciudades y paisajes, y comprender que decir desarrollo del país, no es sino decir desarrollo desconcentrado y situado".
Leonor Adán es Directora de Vinculación con el Medio UACh
En el nuevo y bien concebido auditorio del Colegio de Cultura y Difusión Artística de La Unión (Región de Los Ríos) realizamos el pasado miércoles 12 de abril la Inauguración del Año Cultural de la Universidad Austral de Chile. Ello ocurrió un día luego de la presentación del Año Académico con la conferencia del Premio Nacional de Arquitectura, Prof. Edward Rojas. Se trata de eventos inaugurales de carácter simbólico que buscan reforzar y compartir el rol social y público de las universidades regionales. Cuando se discute hoy el proceso de reforma a la educación superior es necesario visibilizar la significativa contribución que las universidades regionales hacen al desarrollo del país en diferentes ámbitos y áreas de impacto o bien público (salud, desarrollo económico y social, educación, arte y cultura, temas públicos).
La Universidad Austral de Chile, como otras universidades con recorrido y vocación regional, desarrollamos y participamos en gran parte de la actividad cultural y creativa que fortalece y crea identidad, emprendimiento e innovación, formación de audiencias, buscando, en definitiva, contribuir a la equidad y bienestar social. Para ello colaboramos y nos apoyamos financieramente en institucionalidad pública que confía en nuestras propuestas e iniciativas. Anualmente nuestros museos trabajan cooperativamente con la Red Regional de Museos y Centros Culturales de la Región de Los Ríos; el Conservatorio y la Orquesta de Cámara de Valdivia recorren ciudades y ámbitos rurales; las artes visuales son apreciadas por público general, estudiantes y turistas en el Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia y Galería Réplica. Los programas de Divulgación y Valoración de la Ciencia y de fomento del pensamiento científico e innovador como el PAR Explora- UACh y el Programa Cultura CTI (Cultura de Ciencia, Tecnología e Innovación) enriquecen la práctica educativa para profesores y alumnos. El cine y la apreciación cinematográfica se viven anualmente en nuestro Cine Club y el Festival Internacional de Valdivia.
Son cerca de 300.000 participantes o usuarios quienes en más de 20 comunas y en asociación con cerca de 60 instituciones públicas, privadas, establecimientos escolares y organizaciones sociales acceden a la programación anual. Todo ello se efectúa con la activa participación de funcionarios, académicos y estudiantes, con el claro convencimiento de la responsabilidad de las universidades complejas de generar un desarrollo integrado y no fragmentado de sus funciones de formación, investigación y vinculación.
En este quehacer observamos la penosa, y entendemos ya incómoda, concentración de recursos públicos para el desarrollo artístico y cultural en la región metropolitana. Ejemplos hay diversos y quizá uno de los más evidentes es la nómina de museos y centros culturales que reciben asignación directa mediante la ley de presupuestos, en la cual aparecen muy recientemente algún centro cultural fuera de Santiago y teatros regionales, mientras que el elenco lo dominan los espacios metropolitanos (y probablemente como me corrigieron en alguna ocasión, más bien sólo de algunas comunas de esta región). Se trata de una realidad constatada por autoridades, gestores y usuarios, ante la cual se han implementado iniciativas y programas públicos que apuntan a esa descentralización y desconcentración, pero que evidentemente son aún insuficientes.
Indudablemente no se trata de nivelar hacia abajo y claramente para muchos de estos proyectos instalados en Santiago, no cabe duda comprometidos con calidad y equidad, los recursos asignados resultan igualmente insuficientes. Tampoco se trata de minar los esfuerzos que se han realizado y sacar provecho político de lo que un gobierno ha hecho o dejado de hacer. Más bien importa concebir y convencerse que las regiones son agentes activos de la producción cultural nacional, constituyen territorios en los cuales creadores y creadoras jóvenes buscan desarrollarse con calidad y a nivel global desde diferentes ciudades y paisajes, y comprender que decir desarrollo del país, no es sino decir desarrollo desconcentrado y situado.
Decíamos entonces que la inauguración del Año Cultural UACh lo efectuamos en el Colegio de Cultura y Difusión Artística de La Unión, Provincia del Ranco, Región de Los Ríos. Esta elección no es al azar; nos acoge la amabilidad del alcalde Sr. Aldo Pinuer y el Director del Colegio, profesor Rodrigo Failbaum, y nos motiva la necesaria equidad territorial que debe tener el desarrollo de nuestra región, provincias y comunas. Porque sí, es cierto, así como existe un desequilibrio entre las “regiones” y la “metropolitana”, también existen centralismos regionales de los que es necesario que también nos hagamos cargo.
Desde nuestra perspectiva como Universidad, son las estrategias y prácticas de vinculación las que nos permiten participar en este desarrollo equilibrado, sumando el quehacer de las universidades al desarrollo regional, contribuyendo con conocimientos y enfoques propios de las ciencias, el arte y las humanidades, recogiendo críticas y aprendiendo de los territorios y comunidades. Es por ello que presentamos una agenda que implica vínculos con diferentes municipios, comunidades y lugares de las regiones de Los Ríos, Los Lagos y Aysén. En el caso de la vinculación con el sistema escolar participamos en programas de acceso a la Universidad, tarea en la que estamos especialmente comprometidos mediante los programas PACE, Propedeútico y Ranking 850; desarrollamos programas de educación patrimonial y artística; valoración y divulgación de la ciencia; acceso y valoración del patrimonio natural.
Si decimos cultura, como ya lo han dicho muchos autores, lo decimos sin letra capital y abordando la diversidad que esta palabra implica. Para esta ocasión evocamos, sobre todo, aquella experiencia profunda que nos permite habitar, participar y construir el paisaje cultural del Río Bueno.