Redes de Tutoría, una estrategia de innovación pedagógica que trasciende fronteras

Cierto día, hace aproximadamente dos años, concurrió hasta mi oficina una profesora de Lenguaje, desesperada y a punto de llorar. En esa ocasión manifestó no poder más; no sabía qué hacer, pues lo había intentado todo y no lograba que sus estudiantes se motivaran en sus clases. “Estoy muy desencantada de la educación”, manifestó en esa ocasión.

¿Cuántos de nuestros maestros sienten silenciosamente esta misma sensación? Creo que es cosa de observar sus rostros, los que no pocas veces reflejan angustia, desánimo, desmotivación. En mi vasta experiencia como directora, no pocas veces buscamos dar respuesta a la pregunta sobre qué podíamos hacer para que nuestros estudiantes se motiven y logren mejorar sus resultados de aprendizaje. “Redes de Tutoría” llegó a dar respuesta a esta pregunta.

Esta es una experiencia pedagógica traída desde México por la Fundación Educación 2020, que nos ha acompañado los últimos años en nuestro desarrollo institucional. Fuimos invitados a conocer y vivir la experiencia, y cuando por primera vez fuimos tutorados, algo ocurrió en nosotros y nos conquistó. En ese momento pensamos “si es bueno para nosotros, también lo debe ser para nuestros estudiantes”. Y así ha sido.

Es emocionante ver los cambios que han experimentado nuestros niños y niñas (hoy llamados tutores pioneros) tanto en el ámbito de su desarrollo personal como de motivación e interés por aprender. ¡Nuestros estudiantes florecieron! Y así poco a poco hemos ido irradiando esta nueva estrategia pedagógica en nuestros docentes, los que han ido incorporando la estrategia en sus clases, y también en más estudiantes, que a través de festivales de aprendizajes han experimentado e internalizado esta nueva forma de aprender y también de enseñar.

Paralelamente a esto, comenzamos un trabajo colaborativo entre establecimientos de la Red Cautín Costa de La Araucanía y hemos expandido nuestra ayuda a otros establecimientos que tomaron la decisión de incorporar la estrategia a su quehacer educativo, lo que ha implicado participar como tutores junto al equipo de Educación 2020.

Sin embargo, nunca imaginé la real trascendencia que tendría esta metodología hasta que recibí una invitación para conformar un equipo que irradiaría la estrategia en Colombia, a solicitud de la Secretaría de Educación en Bogotá, quienes en convenio con la Universidad de La Salle, decidieron llevarla a su país. Esta fue una experiencia muy valiosa desde el punto de vista de mi desarrollo personal y profesional, porque me permitió formar parte de un equipo altamente competente, de mucho profesionalismo y gran calidad humana. Fue como si hubiésemos estado ya por un tiempo trabajando juntos y con algunos era la primera vez que compartíamos. Creo que estas habilidades sociales son también, en cierta medida, producto de Redes de Tutoría.

Destaco el gran nivel de profesionalismo y alto nivel de reflexión desarrollado por los docentes colombianos, la disposición y apertura a la innovación, su generosidad, empatía y alto nivel de cooperación, lo que sin duda les permitirá conformar comunidades de aprendizajes para apoyarse en el desarrollo de la estrategia colaborativamente. También relevo el compromiso y apoyo que asumen las autoridades de otorgar las condiciones para favorecer la implementación de Redes de Tutoría en sus colegios.

Creo que haber tenido la oportunidad de compartir nuestra experiencia con autoridades, rectores de colegios y docentes colombianos ha fortalecido mi rol de líder escolar y pedagógico, y reafirma mi convicción de que debemos estar permanente abiertos al aprendizaje. Fue una gran oportunidad para valorar lo que tenemos y nos desafía a buscar constantemente nuevas formas de gestionar nuestros centros educativos, de abrir espacios para la reflexión profesional, para que cada vez se fortalezcan más las comunidades de aprendizajes y valoren los saberes que se construyen colectivamente, sobre todo en un mundo tan dinámico y cambiante, donde el centro debe ser el verdadero desarrollo de la persona humana. Desarrollar esta estrategia nos hace conectarnos con todo nuestro ser, nos vincula con nuestro pasado, vivencias, con lo que somos y nos proyecta al futuro cuando somos capaces de profundizar en los temas y vincularlos con nuevos aprendizajes.

El compartir la experiencia en Colombia también reveló uno de los valores de la estrategia de Redes de Tutoría: lo versátil que resulta ser a la hora de aplicarla en diversos contextos, siendo posible vincularla y adecuarla a diversos enfoques curriculares. Permite a los docentes reencontrarse con el sentido más profundo de la esencia de ser maestro: el enseñar y el aprender con efectividad. A aquellos docentes que han perdido la magia que provoca enseñar, les devuelve el encanto por la educación al ver a sus estudiantes con nuevos rostros, alegres y motivados por aprender, con mayor autonomía, con más personalidad, conscientes de cómo aprenden, con mayor creatividad, más sociables, respetuosos y con nuevas estrategias para aprender. Precisamente, esto ocurrió con la profesora de lenguaje, quien volvió a reencantarse y hoy coordina Redes de Tutoría en nuestro liceo.

Nuestros estudiantes se merecen ésta y muchas oportunidades para lograr nivelar los rezagos que presentan producto de carencias de las cuales no son responsables. De nosotros depende, en gran medida, que logren desarrollar al máximo sus potencialidades y capacidades para que puedan optar a más y mejores oportunidades en los diversos ámbitos del quehacer humano, de acuerdo a sus intereses, y así lograr concretar sus sueños y el de sus familias.