Experto español en inclusión: “La carrera de educación diferencial debe desaparecer”
Miguel López Melero estuvo en Chile participando de la primera Escuela de Verano del Centro de Investigación para la Educación Inclusiva, instancia en donde explicó aspectos de modelo educacional Proyecto Roma.
Miguel López Melero es doctor en pedagogía de la Universidad Complutense de Madrid y creador del reconocido modelo educacional: Proyecto Roma, el que propone una educación inclusiva basada en reconocer las diferencias.
Producto de una enfermedad, López Melero tiene su movilidad reducida, pero asegura que “la ‘polio’ es una de las cosas más hermosas que tengo, porque gracias a ella tuve el acceso a la cultura. Todo esto es gracias a que estoy cojo”. Fue esta condición la que lo obligó a formase en educación especial, donde vivió la realidad educativa de las escuelas “normales” y aquellas para estudiantes con discapacidades cognitivas y/o motoras.
“Los chicos con algún tipo de ‘hándicap’ estaban metidos en un gueto. En esos sitios no se educa para que sean personas autónomas, se asiste. Les daba igual si aprendían a sumar o restar”, describipo durante su visita a Chile para participar de la Escuela de Verano 2018 del Centro de Investigación para la Educación Inclusiva, trabajo conjunto de la universidad de Chile y liderado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Ante esto, su propuesta es “hacer desaparecer la carrera de educación diferencial”, ya que las “discapacidades no existen”. Según explica, deben ser denominadas como “peculiaridades”, donde su invitación es a vivir la diferencia desde un sentido moral. Para él, un diagnóstico no debe convertirse en una etiqueta, sino que en una forma de evaluar la situación y preguntarse qué cambios deben producirse en el sistema para romper con las barreras que impiden la inclusión social.
ópez Melero asegura que el currículum escolar tiene que ser construido a partir de situaciones de la vida real: “los niños tienen que aprender que las diferencias mejoran los procesos de aprendizaje. El sistema tiene que humanizarse a través de las diferencias”, concluye.