Colegios expulsaron en promedio a 6 estudiantes por semana en el último año
La cifra refleja expulsiones y cancelaciones de matrículas, y en su mayoría correspondió a establecimientos educacionales particulares subvencionados.
Durante esta semana el proyecto de ley “Aula Segura” acaparó gran parte de la atención en medio de críticas y cambios al cuestionado ítem de la expulsión “express”. De esta manera, si bien se mantendrá la idea de iniciar un proceso sancionatorio para quienes sean sorprendidos en actos de violencia, éste no necesariamente implicará la expulsión.
“Démosle a los directores las herramientas que hoy no tienen para proteger la seguridad de profesores y alumnos. Que los directores tengan las atribuciones para expulsar alumnos en casos acotados”, fueron algunas de las palabras de la ministra de Educación, Marcela Cubillos, en un capítulo del programa El Informante. No obstante, más allá de éstas, este fue el discurso transversal que defendió el Gobierno y sus partidarios para promover la aprobación de dicho proyecto.
Pero ¿qué tan difícil era expulsar a un alumno sin “Aula Segura”? Según cifras de la Superintendencia de Educación, y que rescató La Tercera, durante los últimos 12 meses en los colegios locales se han echado a 745 alumnos, entre cancelaciones de matrículas ( al término del año escolar) y expulsiones. En otras palabras: en promedio, los recintos educacionales apartan de sus aulas a seis estudiantes por semana.
Con respecto a dichos casos, el 49% fue por agresiones de esos alumnos en contra de sus pares, y únicamente un 14% fue por violencia contra profesores o asistentes de la educación, o contra estos últimos y – al mismo tiempo- ante otros estudiantes. Mientras que el 37% restante se asoció al porte de armas y al consumo o tráfico de drogas.
Cabe mencionar que estos hechos ocurrieron en un 65% en establecimientos educacionales particulares subvencionados, en un 32,5% en municipales, en un 17% en recintos de administración delegada y en un 0,8% en colegios particulares pagados.
“Estos datos fundamentan toda la discusión de que Aula Segura, en su primera versión, era un proyecto insuficiente para dar respuesta a la violencia escolar. Nos muestran que la violencia escolar es un problema y que es multidimensional. La evidencia muestra que para abordar esto se necesitan programas que contemplen a los distintos actores”, señaló a La Tercera Nicole Cisternas, directora de Política Educativa de Educación 2020.