¿Cómo evitar el déficit de profesores en Chile?
"Creemos que para enfrentar el futuro déficit se debe trabajar en conjunto con los principales actores del proceso de atracción, formación y ejercicio docente".
Constanza Gómez es Investigadora de Elige Educar, economista y magíster en Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile
En un contexto donde el reclamo por alcanzar un sistema educativo más justo y humano se escucha cada vez más fuerte, el rol de los profesores es esencial. Es en las escuelas y jardines infantiles donde surgen los primeros quiebres intra-generacionales que anticipan las brechas sociales y económicas. Es fundamental, entonces, que los estudiantes desarrollen su máximo potencial durante este período. La evidencia demuestra que son los docentes, con el apoyo de sus equipos directivos, quienes más impactan en el aprendizaje y desarrollo socioemocional de los niños y niñas. A pesar de que su labor es trascendental, Chile enfrenta un gran desafío, ya que en los últimos años se ha observado una gran caída en la matrícula de las carreras de pedagogía y para 2025 podrían faltar 32 mil profesores idóneos.
Según el Consejo Nacional de Educación (CNED), la matrícula ha caído un 32% entre los años 2005 y 2019, afectando especialmente a Pedagogía en Enseñanza Básica. Esta baja se debe entre otras cosas, a un aumento en la exigencia de la calidad en universidades, que llevó a cerrar programas que no contaban con la calidad suficiente, lo cual es positivo para el sistema.
Sin embargo, según un estudio realizado por Elige Educar, si esta tendencia continúa podría producirse un déficit de docentes calificados en el corto y largo plazo, que podría llegar a los 32.166 docentes en 2025, principalmente en la zona norte. ¿Cómo evitar que esto ocurra?
Primero, los estudiantes que cumplan con los requisitos para postular a Pedagogía según la Ley 20.903, que establece mayores requisitos de selectividad para estas carreras, no deberían quedar excluidos por restricciones adicionales de entrada de universidades y facultades de educación; si las hay, deberían incorporar otros indicadores de manera que sea concordante con lo exigido en esta legislación. En 2019, el 18,4% de las postulaciones a pedagogía se vieron afectadas por estos factores.
Segundo, el trabajo en atracción también es importante. La vocación docente temprana podría verse erosionada por falta de información o falsas creencias respecto a pedagogía. Guiar, acompañar tempranamente y entregar información pertinente a estudiantes interesados en la pedagogía puede motivar la elección de esta carrera clave.
En tercer lugar, es crucial acompañar a los docentes en sus primeros años de ejercicio. Chile tiene una alta tasa de deserción docente en este periodo. Según Valenzuela y Sevilla (2013) alrededor del 40% de los docente se retiran de la profesión antes de los 5 primeros años de ejercicio y Korb y Akintunde (2013) evidencian que la gran carga laboral y emocional es un factor, especialmente en establecimientos educacionales en contextos vulnerables.
En Elige Educar estamos conscientes que durante los últimos diez años se ha avanzado en valoración y atracción docente. Sin embargo, creemos que para enfrentar el futuro déficit se debe trabajar en conjunto con los principales actores del proceso de atracción, formación y ejercicio docente para fortalecer mucho más la profesión docente y asegurar que todos los niños y niñas cuenten con grandes profesores.