El impacto de la pandemia en las metodologías de enseñanza de la educación superior y los desafíos hacia el 2030
Saber combinar las clases online con la presencialidad será clave para los planteles durante los próximos años, al igual que procurar que sus egresados dominen herramientas de programación y habilidades blandas.
El 16 de marzo se constituyó como un día icónico, no sólo porque tanto colegios como planteles de educación superior tuvieron que cerrar sus puertas producto de la pandemia del coronavirus, sino también porque se aceleró el salto hacia la educación virtual, explorada medianamente hasta ese momento por algunas universidades e institutos profesionales en el país.
Bajo este contexto, y en el marco del seminario online “Educación Superior para el 2030” que organizó la Universidad de Talca y que tuvo lugar este lunes, se analizó cuál será el escenario educacional post pandemia, uno donde -al parecer- se impondrá un sistema mixto, es decir, que conjugue las clases virtuales con la presencialidad.
El académico y fundador de Educación 2020, Mario Waissbluth, afirmó que “habrá cambios irreversibles en las modalidades de aprendizaje. No creo que todo se pueda hacer a distancia, pero cuánto será a distancia y cuánto presencial, y de qué manera lo presencial interactúa con lo a distancia, se convertirá en un elemento esencial del modelo de gestión de las universidades”.
Para el rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, si bien “hay contenidos que son ricos entregados de manera remota, hay un arquetipo de referencia que los estudiantes encuentran en sus profesores y que la mayoría de ellos no lo tienen en sus familias, y hay un criterio profesional que se forma en el aula y que difícilmente puede estar en los libros y que no se forma de manera virtual”.
De esta manera, sea en mayor o menor medida, existe al menos consenso acerca de que la educación a distancia llegó para quedarse también en el plano educacional, más allá de la pandemia.
Educación superior con miras al 2030
Dentro de este escenario, marcado por la globalización que facilita internet, las alianzas con universidades extranjeras serán imprescindibles, aseguraron los expositores, y los planteles nacionales que no se sumen a esta tendencia quedarán muy atrás en materia competitiva, según el fundador de Educación 2020.
Ante ello, el dominio del inglés y otras habilidades serán aún más necesarias de lo que ya son en la actualidad, y por lo mismo, las instituciones de educación superior del país, de acuerdo al Mario Waissbluth, debiesen trabajar para poder ofrecer a sus estudiantes en 2030 lo siguiente:
- Procurar que todos sus egresados, independiente de su área de estudio, manejen al menos cinco lenguajes: español, inglés, matemáticas, estadísticas y programación.
- Dominio de las habilidades del siglo XXI, tales como inteligencia emocional y social, actitud emprendedora, capacidad de colaborar y trabajar en equipo, adaptabilidad frente a las nuevas tecnologías, capacidad para entender y resolver problemas y desafíos, entre otras.
- Haberse formado de la mano del sistema de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP).
- Que sus títulos sean convalidados u otorgados de manera conjunta con las más prestigiosas instituciones de educación superior del mundo. Además de dar la opción de cursar trayectorias académicas flexibles, con títulos desagregados.
- Asegurar una mayor integración entre las carreras humanistas, profesionales y técnicas, con el fin de que los alumnos puedan transitar entre una y otra, si así lo desean. (Por ejemplo, desde la educación técnica a la universitaria).
- Relevar la educación continua, pensando en todos los períodos de la vida.
Finalmente, Jorge Yutronic, consultor en Educación, Ciencia y Tecnología y quien también fue uno de los expositores del seminario, hizo énfasis en lo importante que será promover con mayor fuerza la educación en torno a ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, elementos que mañana serán aún más relevantes a la hora de optar a más y mejores opciones laborales.