Cómo manejar el estrés en los estudiantes ante la continuidad de las clases online
Entre las recomendaciones, es clave establecer rutinas que definan tiempos para las actividades escolares y el ocio, pero también que los adultos realicen el ejercicio de conversar con los niños acerca de cómo se sienten.
“Quiero ser muy claro: en Santiago no vamos a abrir los colegios este 2020. Yo me estoy preparando para el 2021”. Con estas palabras, en entrevista con CNN Chile, el alcalde de la comuna de Santiago, Felipe Alessandri, descartó hace algunos días el regreso a las clases presenciales en los establecimientos municipales de su comuna en lo que resta del año, independiente de que en algún momento se levante la cuarentena en Santiago y se autorice el regreso a las aulas.
Alessandri no es el único jefe comunal que ha adoptado esta medida, ya que el 21 de julio el alcalde de Colina, Mario Olavarría, también anunció que no se retomarán las clases presenciales en los colegios bajo la administración de la Corporación Municipal.
A ellos se sumaron la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo, y la alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, quien aseguró que “dadas las condiciones que nuestra comuna ha vivido y en general todas las comunas de la Región Metropolitana, yo creo que es evidente que no se vuelvan a retomar las clases presenciales”.
Ante este escenario, ¿qué pasará con los cientos de escolares que deberán continuar durante todo el año con clases online y el respectivo estrés que esta situación conlleva? ¿Qué medidas pueden adoptar para no sentirse abrumados?
Para responder aquellas interrogantes, EL DÍNAMO conversó con Ximena Rojas, psicóloga y académica en Ciencias de la Educación de la Universidad San Sebastián (USS) quien entregó algunos consejos, principalmente para los padres, madres y apoderados.
Recomendaciones
Según reveló la primera edición de la encuesta Estamos Conectados de Educación 2020, un 41% de los estudiantes en Chile afirmó sentir ansiedad o estrés, mientras que tan sólo un 3% aseguró sentirse “feliz” de estar casa.
“Esta es una situación que a todos los tiene, en diversos grados, bastante estresados. En el caso de los niños más pequeños, por ejemplo, ellos no tienen las herramientas necesarias, pues no se nace con capacidad de autorregulación emocional, aunque tienen ciertos elementos que el ambiente permite que se desplieguen o no, y en eso los adultos que los acompañamos somos los principales modeladores de su autorregulación, que es lo que más se necesita en este minuto”, explicó Ximena Rojas.
En vista de ello, la especialista recomienda que los adultos realicen el ejercicio de conversar con los niños y/o adolescentes acerca de qué le están pasando y cuáles son sus sentimientos en el marco de esta contingencia, y de alguna manera, validar dichos sentimientos e intentar que ellos aporten a encontrar una solución en torno a cómo sentirse mejor.
“El tema es permitirles a ellos expresarse y llegar a entenderlos, con el fin de ayudarlos a autorregular la conducta que les surge en función de aquellos sentimientos”, agregó la psicóloga.
Asimismo, la académica de la USS destacó la importancia de establecer rutinas estructuradas dentro del día, que contemplen espacios para el estudio y la distracción, en pos de evitar el estrés.
“La rutina debe incluir tiempo para atender los temas académicos, pero también el tiempo de ocio, tiempos de encuentro familiar, el tiempo de la alimentación, a qué hora tengo que estar levantado o acostado. O sea, estructurar una rutina bastante saludable que tenga de todo, y a lo mejor los tiempos para estar estudiando quizás van a tener que ser más acotados”, detalló Rojas.
Dentro de este contexto, la especialista recalcó que lo mejor siempre será aprovechar la luz del día para realizar las actividades escolares. Además, si optan por estudiar durante la mañana, eso les permitirá quitarse antes las obligaciones de encima y así tener toda tarde para distraerse.
Finalmente, y en cuanto a aquellos alumnos de cuarto medio que deberán rendir la Prueba de Transición en enero, la psicóloga aconseja realizar una planificación a largo plazo, donde se defina comenzar a estudiar para esta instancia lo antes posible, con el fin de dosificar el estudio y no acumularlo para las últimas semanas previas a la prueba.
De igual manera, resulta relevante que los jóvenes “hagan algo que les permita reciclar la energía, es decir, actividades que les fomenten la capacidad de obtener dopaminas naturales, como sucede con la actividad física, la alimentación saludable, conversar con gente, reírse y dormir bien”, finalizó Rojas.