Dinamarca reabre escuelas sin provocar rebrote: esta es su receta
Dividir a los niños en grupos pequeños, estables y sin rotación de profesores sería una de las claves del éxito del país escandinavo.
El 15 de abril Dinamarca comenzó el proceso de regreso a las escuelas; primero fue el turno de los estudiantes de educación básica y de quienes estaban a punto de graduarse, y poco a poco se fueron sumando los otros cursos. Con ello, éste se convirtió en uno de los primeros países de Europa en volver a las aulas.
Pero, más allá de esto, el país escandinavo también se posicionó como un caso de éxito a nivel internacional, tras liderar un retorno a clases presenciales sin ocasionar rebrotes.
La claves del éxito
Una de las medidas destacadas y en las que se podría basar parte del éxito del país en esta materia, sería la distribución de los niños en grupos pequeños, entre 10 a 12, los cuales siempre tendrían clases con un mismo profesor. Muy similar a lo que sucede con las denominadas “aulas burbujas”, donde las interacciones están suscritas sólo al grupo del que se forma parte, sin haber contacto con otros estudiantes.
En vista de ello, también se establecieron horarios de entrada escalonados y se habilitaron todos los accesos de cada establecimiento, con el fin de evitar aglomeraciones al momento que tener que ingresar a éste.
Pero, ¿qué pasaría en los recreos? En este caso, y con el objetivo de mantener el aislamiento entre los niños de los diferentes grupos y cursos, se dividieron los patios en distintas zonas, además se estableció la prohibición de jugar con alumnos que no fuesen parte del mismo grupo e incluso los parques públicos, en horario escolar, se destinaron como espacios de recreación para los estudiantes.
En esa misma línea, acorde a la estrategia de aislamiento, Dinamarca prohibió el ingreso de los padres y apoderados a las escuelas.
Adicionalmente, el gobierno danés puso a disposición de los colegios diferentes establecimientos cercanos, tales como museos, bibliotecas y hoteles, con el propósito de descongestionar los recintos educacionales. Y, por supuesto, también han implementado una serie de medidas higiénicas y sanitarias, como limpiar los espacios dos veces al día, procurar el lavado frecuente de manos y el uso de mascarillas en el caso de los estudiantes mayores de 12 años.
Gracias a todas estas medidas, cuando se produjo un incremento de la presencia del virus durante la primera semana de mayo, se detectó, incluso, que los niños que se habían visto mayormente afectados por el coronavirus habían sido aquellos que no habían vuelto a las aulas.
