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22 de Octubre de 2020

Sociedad Chilena de Pediatría y suspensión de clases: “El daño ha sido mayor en las familias más vulnerables”

Según el gremio médico, los riesgos derivados del encierro y el estar lejos de las aulas son diversos, y van desde pérdidas en términos de aprendizaje hasta caer en situaciones de estrés o depresión.

Por Romina Douglas
Sochipe
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Si bien el Gobierno ya dio a conocer el Plan Paso a Paso para retomar de forma gradual y voluntaria las clases presenciales, la gran mayoría de los establecimientos educacionales del país sigue con educación a distancia. Esto, pese a que en fase 3 ya es posible solicitar la reapertura excepcional al Ministerio de Educación.

De esta manera, a dos meses de que finalice el año escolar 2020, el regreso a las aulas de miles de estudiantes en Chile aún está en “veremos” y, con ello, se sigue extendiendo este período de “duelo” para los niños, como lo denominaron desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), organización que también calificó la vuelta a las clases presenciales como “imprescindible” y que manifestó su apoyo al plan de retorno presentado hace unos días por el Consejo Federal de Educación (CFE) de Argentina.

“La escuela es fundamental para el desarrollo y el bienestar de las niñas, niños y adolescentes, no sólo para la adquisición de conocimientos, sino también para el fortalecimiento de aspectos emocionales y sociales, el cuidado nutricional y de la salud y la realización de actividad física”, resaltó el presidente de la SAP, Omar Tabacco.

Consultados por EL DÍNAMO acerca de cuál es su postura frente al regreso a las clases presenciales en el país, desde el directorio de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), a través de una declaración, explicaron que “es obvio para todos que, eventualmente, los niños y niñas deben volver a clases. Las preguntas más atingentes hoy son: cuándo, dónde y cómo deben volver a clases”.

En esa línea, desde la agrupación médica recalcaron que dicho retorno debería darse según las condiciones sanitarias locales, tipo de escuela, realidad física de los establecimientos, capacidad de preparación y testeo, disponibilidad de elementos de protección personal, entre otras consideraciones.

“Los expertos e infectólogos chilenos diseñaron un cuidadoso plan Paso a Paso para ajustar las medidas de contención de acuerdo a la progresión, o regresión, de la intensidad de la pandemia. Este plan considera, con tabla de datos objetivos y medibles, la Capacidad Sanitaria, la Infectividad y la Trazabilidad de cada comuna o región como parámetros para determinar el paso de apertura en cada comuna o región. Para evitar al máximo los contagios, el momento de la vuelta también debe estar condicionado a los recursos locales y habilidades de cada colegio de cumplir las normas de distancia, cohortes, elementos de protección, transporte y otros. Es por esto que hay un rango por comuna en la vuelta a clases que se definió como etapa 4 o etapa 5”, detallaron desde la Sochipe.

Además, según la Sociedad Chilena de Pediatría, el iniciar las clases en colegios emplazados en comunas en fase 4 contribuiría a seguir aprendiendo sobre la mejor manera de prevenir el contagio por Covid-19, y “este aprendizaje será crucial para la apertura más masiva de colegios que podría ocurrir en marzo del 2021, si las condiciones sanitarias lo permiten”.

De todas formas, e independiente de la fase en la cual se encuentre su comuna, solo si una escuela cumple con medidas para evitar los contagios, se le debe permitir la reapertura. “La probabilidad de contagios es producto de la etapa y de las capacidades locales de evitar contagios. Sochipe insiste en que se cumplan estos parámetros sin desviaciones”, resaltaron.

Los riesgos de estar lejos de las aulas

Según cifras de la Sociedad Chilena de Pediatría, el riesgo de muerte en los niños producto del Covid-19 es un de un 0,01%. Y estos presentan infecciones asintomáticas en el 40% de los casos, se hospitalizan menos que los adultos y registran mayores índices de sobrevivencia.

Sin embargo, los daños a los que se han visto expuestos producto del encierro y la suspensión de las clases presenciales son diversos y preocupantes, apuntando principalmente a:

    • Perder hitos del desarrollo social.
    • Perder aprendizaje.
    • Mayor inequidad.
    • Malos hábitos alimentarios.
    • Sedentarismo.
    • Exceso de pantalla.
    • Estrés, depresión o suicidio.
    •  Violencia Intrafamiliar o abuso sexual.
    • Consumo de sustancias.
    • Falta de atención a otras enfermedades.
    •  Alteraciones en la salud mental y niveles de estrés.

“La pandemia del Covid-19 ha causado enorme daño a niñas, niños y adolescentes.  No solo ha resultado en más de 50 muertes en 8 meses, sino que ha resultado en daño a la salud mental y en sufrimiento. El daño ha sido desproporcionadamente mayor en las familias más vulnerables“, concluyeron desde la Sochipe.

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