Derechos y perspectiva de género: los profundos cambios de paradigmas propuestos por Mineduc para la reforma

El Ministerio de Educación (Mineduc) entregó un adelanto de la hoja de ruta para las reformas al sistema educativo, el que centrará sus esfuerzos en una serie de hitos que implicarán un profundo “cambio de paradigma”.

En un documento que se difundió durante los últimos días, y cuya versión final estará disponible próximamente, la cartera liderada por Marco Antonio Ávila dio luces de los objetivos que pretende cumplir en su gestión, apuntando contra la “mercantilización del sistema” y aludiendo, entre otros puntos, al estallido social.

“La revuelta social del año 2019 fue la manifestación de un malestar acumulado por 30 años. Las instituciones y por sobre todo la política fue entrando en una creciente crisis, en la medida en que la ciudadanía comenzó a experimentar mayor distancia con ella. Esto, en buena medida se explica en virtud de la edificación de un modelo de sociedad que anidaba la promesa de mayor movilidad social individual en virtud de un mayor crecimiento y desarrollo; un modelo que tenía a la base la privatización de los servicios públicos y una actividad estatal orientada a subsidiar el mercado con nuestros derechos”, señaló el documento.

El secretario de Estado también realizó una transmisión vía Youtube dirigida a directivos y trabajadores de la educación, en donde profundizó en la idea del cambio de paradigma. 

“Este cambio de paradigma se cimenta principalmente en cuatro principios”, explicó la autoridad, mencionando las formas de participación, considerando puntos como la deserción escolar, entre otros.

Las propuestas de la hoja de ruta

El documento de Mineduc fijó una serie de nuevos paradigmas en áreas específicas. Por ejemplo, se mencionó a la Educación como “Derecho Social para la Justicia Educativa” y al Estado como “garante y articulador” del sistema.

En materia de financiamiento, la propuesta se propuso dejar de lado el subsidio a la demanda (voucher) y avanzar en los aportes basales. Además se estableció garantizar la infraestructura con condiciones digitales.

En cuanto a las formas de convivencia, la hoja de ruta apostó por comunidades escolares “inclusivas, equitativas y seguras”, considerando la migración, los pueblos originarios y las necesidades educativas especiales (NEE). Junto con esto se fijó el avance a la educación con perspectiva de género, con objetivos como la creación de una Política Nacional de Educación Sexual Integral.

“El cambio de paradigma en este sentido no comienza con este Gobierno, ni tampoco terminará con él. Ha comenzado a cimentarse desde las comunidades educativas, en las nuevas formas de participación política que comenzaron a tener las y los estudiantes, en los nuevos enfoques de ejercer la labor profesional que comenzaron las y los trabajadores de la educación, y en nuevas direcciones regulatorias que han comenzado a tomar las políticas educativas, que hoy, son más consistentes y claras con el escenario de crisis de la pandemia”, complementó el plan.

El momento de la propuesta

La hoja de ruta anunciada por el Gobierno generó reacciones divididas, tanto por la forma, el momento en el que se presenta y el diagnóstico entregado para la aplicación de los cambios.

Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, señaló a EL DÍNAMO que “es interesante y positivo que la autoridad explique proyectos de ley o programas en implementación, y conteste consultas directamente”.

“Pero me parece que el video es un exceso, por dos razones. La primera es que se establece un diagnóstico del sistema educativo actual que dista de la visión más completa y sopesada que las mismas autoridades han transmitido, y este diagnóstico, más allá de darnos a conocer que piensa el gabinete ministerial, no tiene mucha utilidad”, agregó.

El experto también cuestionó la oportunidad en la que las medidas se dieron a conocer, manifestando que “este tipo de acciones es totalmente imprudente en un contexto electoral”.

El documento del Mineduc