Encuesta advierte bajo reconocimiento a la figura de autoridad de los profesores

El Núcleo Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (NUMAAP), albergado por la Universidad de Santiago (USACH) y la Universidad Diego Portales (UDP), presentó los resultados de su Encuesta Nacional de Autoridad, que buscó medir las percepciones ciudadanas sobre la autoridad y la gestión de las asimetrías de poder en distintas esferas de la sociedad chilena, incluyendo la familia y la educación.

El trabajo, realizado los investigadores Kathya Araujo (USACH), Macarena Orchard (UDP), Alejandra Rasse (PUC) y Antonio Stecher (UDP), se centró en áreas como el trabajo, la familia, la escuela, la política y el espacio público. También consultaron sobre las figuras que se consideran de autoridad en distintos ámbitos de la vida social, como políticos, jueces, la policía, las jefaturas, los padres, los profesores, las autoridades religiosas, entre otras.

Los resultados revelaron el fuerte peso que actualmente ocupan las figuras políticas al hablar de la autoridad en la vida social, en contraste con otros estudios que apuntan más bien a la pérdida de la confianza en instituciones y figuras políticas. La nueva encuesta destacó la percepción del presidente (15%) y los alcaldes (10%) como las principales figuras de autoridad.

Asimismo, una porción importante de las figuras sociales reconocidas como autoridad se encontró en la familia, siendo el padre (12%) y la madre (9%), las principales figuras contempladas como autoridades por los encuestados. Esto implica que una porción importante de figuras sociales reconocidas como autoridad se encuentra en la familia.

En educación, uno de los puntos más complejos es el que afecta a los profesores, cuya percepción de autoridad se encuentra en índices extremadamente bajos. De hecho, sólo alcanzaron el 3% de las menciones, superando a otras autoridades como las religiosas, que se desplomaron al 2%.

“Es interesante observar que los profesores sobresalen como la figura que tiene mayores dificultades para ejercer su autoridad (7,7 promedio), seguido de las autoridades políticas (7,1 en promedio)”, señaló el trabajo.

En el análisis general, un 81% de las personas encuestadas estuvo de acuerdo -o muy de acuerdo- en que “hoy es más difícil ejercer autoridad que antes en Chile”. En la misma línea, 88% de los participantes consideró que los chilenos han perdido el respeto a las autoridades. Además, 86% concordó con la afirmación que planteaba que “antes las personas eran más obedientes”.

Esta complejidad se ha trasladado a los distintos entornos en los cuales las personas conviven las experiencias de la autoridad. En el mundo laboral, por ejemplo, 72% estuvo de acuerdo o muy de acuerdo en que hoy es más difícil que antes ejercer autoridad como jefe, mientras que 83% consideró que hoy los trabajadores y trabajadoras cuestionan más las órdenes desde jefatura.

En el ámbito familiar se observó algo similar. La mayoría de las personas encuestadas consideraba que, para los padres y madres del pasado, resultaba más fácil ejercer autoridad que en la actualidad. Además, los participantes manifestaron que los padres y madres de hoy en día no saben muy bien cómo ejercer la autoridad.