Aumento de violencia escolar en Chile disminuye hasta en ocho puntos el rendimiento académico
Una investigación del Observatorio en Ciudadanía, Convivencia y Bienestar Escolar de Universidad de La Frontera midió los efectos de la violencia a partir de datos del Simce.
Los especialista analizaron los datos de 182 mil alumnos de segundo medio de todo Chile. AGENCIA UNO/ARCHIVO
El aumento de la violencia escolar en Chile mantiene en alerta a autoridades, docentes, padres y apoderados, debido al impacto directo que estaría teniendo en el rendimiento académico de los alumnos.
Una investigación del Observatorio en Ciudadanía, Convivencia y Bienestar Escolar (OCCBE), perteneciente al Núcleo Científico Tecnológico en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de La Frontera (UFRO) analizó el rol de las agresiones en sus formas de violencia directa, discriminación y ciberacoso, en los principales indicadores de aprendizaje.
En el trabajo académico, que fue publicado en la revista International Journal of Injury Control and Safety Promotion, se analizaron datos de 182 mil alumnos de segundo medio de todo Chile.
Entre las conclusiones se determinó que cuanto mayor es el clima de violencia en las escuelas secundarias, peor es el rendimiento académico, tanto de agresores como agredidos en tres pruebas estandarizadas elegidas (Matemáticas, Lectura e Historia).
Además, alertó sobre el gran daño que genera el cibeacoso, por sobre los otros tipos de violencia, a los estudiantes locales, más que triplicando su efecto en el rendimiento académico de los escolares.
“Los niños que experimentan cualquier tipo de violencia tienen más probabilidades de abandonar la escuela y de ver reducido su aprendizaje, entre otros muchos efectos negativos para su bienestar. Esta investigación es otra prueba que viene a corroborar esto”, destacó la directora del OCCBE, la investigadora Mónica Bravo Sanzana.
Así, por cada punto que aumenta la violencia directa –definida como comportamientos sociales destructivos con otras personas u objetos materiales–, el rendimiento en matemáticas disminuyó en seis puntos. Incluso, en el caso de lectura la disminución llegó hasta ocho puntos.
Con relación a la variable ciberacoso, se evaluó la frecuencia en que un alumno ha sufrido algún tipo de abuso o intimidación por vía electrónica a través del uso de las redes sociales a manos de alguno de sus compañeros. El resultado en este aspecto impresionó por sus efectos.
“Cuando el ciberacoso se presentó un par de veces al año, la puntuación de matemáticas cayó aproximadamente cinco puntos. Cuando la frecuencia aumentó a todos los días, la caída llegó a 18 puntos. Es decir, un efecto devastador sobre los estudiantes y su rendimiento académico. Considerando la mayor prevalencia del ciberacoso en los últimos años, se requiere que las políticas de intervención sean una prioridad”, señaló la especialista.
Además, se detectó que una alta percepción de autoeficacia de un estudiante (la creencia en su propia capacidad con respecto a sus estudios en general), combinada con mejores relaciones interpersonales con los profesores y altas expectativas educativas, como terminar la Enseñanza Media y entrar a la universidad, contribuye positivamente al rendimiento en todos los dominios evaluados ante situaciones de violencia escolar.
“Estos últimos resultados relevan el rol de los profesores y profesoras para gestionar ambientes propicios para el aprendizaje en la escuela. De ahí la gran importancia de que temas como convivencia escolar y bienestar formen parte de la formación inicial docente en las universidades y de la formación continua”, afirmó Bravo.
Eduardo Hebel, rector de la UFRO, indicó que “la pandemia ha generado un deterioro en la convivencia escolar, un tema que como universidad pública y regional nos preocupa”.
El académico destacó que los resultados de esta investigación podrían servir para elaborar políticas públicas, las que logren abordar el problema de fondo en la crisis de violencia que se vive en los establecimientos educacionales.
