Prohibición del uso de celulares en colegios: los múltiples efectos que implicaría su aprobación y el debate en torno a la tecnología en salas de clases
A raíz de la aprobación de una iniciativa que prohíbe y regula el uso de aparatos tecnológicos dependiendo del nivel educativo, han surgido diversas incógnitas con respecto a los beneficios o el impacto que podría tener dicha medida en el comportamiento y en el rendimiento académico de los estudiantes.
El pasado 12 de agosto, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que prohíbe el uso de celulares al interior de recintos educacionales para niños/as de educación parvularia y estudiantes que cursen entre 1° a 6° año de enseñanza básica. Además, dicha iniciativa propone regular el uso de estos aparatos en 7° y 8° básico, y en enseñanza media.
En el texto que fue despachado al Senado, se recalca que los reglamentos de los establecimientos educacionales deben establecer las medidas necesarias para llevar a cabo la prohibición en ambos niveles (parvularia y básica).
Bajo este contexto, se ha abierto un debate con respecto a la utilización de tecnología dentro de las salas de clases, donde se instaló la duda sobre los posibles efectos que podría tener esta medida y la dirección que se toma en el ámbito educativo, dejando la prohibición por encima de la implementación de dispositivos para potenciar el área digital.
Sin embargo, las últimas indicaciones que se pusieron sobre la mesa buscan regular el correcto uso de estos dispositivos en cursos más avanzados, lo cual ha tenido una mejor recepción por parte de los expertos. De hecho, se incluyen excepciones para aquellos alumnos que poseen necesidades educativas especiales donde el uso de estos aparatos se consideran como ayuda para su aprendizaje.
Asimismo, se permite un uso excepcional en la medida de que sea requerido para una actividad curricular o extracurricular, y a su vez, para una situación de emergencia o que el estudiante tenga una enfermedad o una condición que necesite ser monitoreada por medio de celulares.
Uso de celulares en colegios: ¿Dentro o fuera de la sala de clases?
Considerando lo anterior, Marco Villalta, profesor titular de la Escuela de Psicología de la USACH, sostuvo a EL DÍNAMO que prohibir el uso de celulares en las salas de clases “es una adecuada decisión”, haciendo hincapié en lo fundamental que resulta su regularización en cursos más altos.
Lo anterior, debido a que “favorece la interacción cara a cara entre profesorado y alumnos, y la interacción entre los alumnos. La regulación es necesaria, dado que la pura prohibición no educa. La tarea de la educación es precisamente preparar a los estudiantes para participar plenamente de los recursos y de la construcción de la cultura. Prohibición sin educación es autoritarismo. La educación es discernimiento”.
Siguiendo en esa línea, el académico de la USACH manifestó que “la indicación de la Cámara de Diputados va en la dirección correcta en el sentido de asegurar una progresión de uso de los celulares asociada al desarrollo biopsicosocial de los estudiantes. Los celulares son parte de la cultura del siglo XXI, en tal sentido, desde la escuela es necesario diseñar una trayectoria formativa que asegure el uso responsable y efectivo de las tecnologías de la comunicación y de los celulares en particular”.
En este sentido, Ruth Arce, directora Pedagogía en Educación Media UDP, coincidió y aseguró a EL DÍNAMO que “es una iniciativa que va en el sentido correcto ya que se ha desbordado su uso y la investigación plantea que afecta el rendimiento académico”.
“Nuestras ideas previas respecto de su uso pedagógico se han modificado debido a la casi dependencia de estos aparatos por parte del estudiantado lo que impide aprendizajes que requieren concentración”, agregó.
¿Es beneficioso o perjudicial para los estudiantes la prohibición o regulación de los celulares dentro del colegio?
Con respecto a los efectos que podría provocar la aplicación de esta medida, Ruth Arce detalló que la eliminación del celular “genera efectos positivos en el aula al favorecer la convivencia escolar y el rendimiento. A la vez, se ha planteado que un efecto de gran relevancia es disminuir el bullying. También la Unesco ha dado lineamientos en ese sentido”.
Por su parte, Marco Villalta apuntó que el uso regulado de los teléfonos celulares en el espacio y tiempo del colegio, “reducirá distracciones del proceso de enseñanza y aprendizaje significativo. Y en consecuencia, mejorara la calidad de la interacción didáctica y social en la escuela y el impacto en el rendimiento escolar”.
Para sostener aquello, hizo alusión a un estudio de metanálisis (The effects of mobile phone use on academic performance) que se publicó en 2018, el cual evidencia que el uso del celular tiene una influencia negativa en el rendimiento académico, lo cual se debe principalmente a las distracciones que los móviles representan, lo que disminuye la capacidad de concentración y el tiempo dedicado al estudio.
De acuerdo al académico de la USACH, otros efectos beneficiosos son: “fortalecer el protagonismo del profesorado para gestionar el proceso educativo y prevenir situaciones de ciberacoso y bullying”.