Teletrece: en busca de la pareja perfecta
Él debe ser “mateo”, pero natural. A ella se le pide ángel, para que no se vea descortés al contrapreguntar. Tanto dentro como fuera de Canal 13 ya se habla abiertamente sobre restructuraciones y cambios en el equipo desde el matinal hasta los estelares. Es por ello que le pedimos a cuatro especialistas en la industria que se la jugaran por quiénes deberían ser la nueva dupla del noticiero central, Teletrece. Aquí los resultados:
Él debe ser “mateo”, pero natural. A ella se le pide ángel, para que no se vea descortés al contrapreguntar. Tanto dentro como fuera de Canal 13 ya se habla abiertamente sobre restructuraciones y cambios en el equipo desde el matinal hasta los estelares. Es por ello que le pedimos a cuatro especialistas en la industria que se la jugaran por quiénes deberían ser la nueva dupla del noticiero central, Teletrece. Aquí los resultados:
– Luis Breull, consultor de medios, contenidos y audiencias y comentarista de la industria de la TV: Daniel Matamala y Constanza Santa María
“Eligiría esa pareja sin dudarlo un instante. ¿Por qué? Por su excelente doble rol de anclas y entrevistadores: agudeza, dinamismo, manejo de información, rapidez para relacionarla, inteligencia y aplomo. Además, tienen una interesante mezcla de juventud y madurez, más experiencia reporteril y no es necesario sacarlos a la calle para demostrar que saben trabajar en terreno. Tienen muy claro el valor de la sociedad civil en las democracias actuales. Una pareja full power“.
– Natalia del Campo, experta en medios de la Universidad Católica: Paulo Ramírez y Carolina Urrejola
“Polo tiene la dosis justa de formalidad, mateísmo, y punto de vista. Urrejola, la frescura, seriedad, buena voz (y el tono de pelo justo). Creo que los dos no se conformarían nunca con ser sólo lectores de telepronter y podrían apostar a transformar y sumar elementos de interpretación y análisis en la conducción de noticias. Cualquiera sea la pareja elegida tiene que optar por darle color a un formato actual gris y cansado”.
– Rodrigo Munizaga, editor de Entretención de La Tercera: Constanza Santa María e Iván Valenzuela
“Me parece que son los correctos. Ella ha desempeñado una carrera estupenda, desde que hacía Pantalla Abierta e incomodaba con sus preguntas a los invitados. Es informada, incisiva, carismática, habla en pantalla como si estuviera anunciando la Tercera Guerra Mundial, se apasiona y eso se agradece. Sería muy buena conductora del informativo central, aunque también me gusta mucho Carolina Urrejola: ella, además de ser una periodista seria e informadísima, tiene “ángel”, eso que es tan difícil de explicar y que tan pocos tienen en televisión.
De los hombres, en Canal 13 no hay muchas opciones. Iván Valenzuela, muy bueno en radio, se empaqueta en televisión y pierde naturalidad y cercanía. Si cobrara más naturalidad, él podría llegar a ser un buen conductor de Teletrece: tal vez le falta una buena compañera para lograrlo. Matamala es realmente bueno, es el periodista que viene: pero él ya esta confimado para el nuevo matinal de Canal 13 y debe foguearse. Va bien encaminado, pero darle Teletrece sería apurar demasiado el tranco”.
– Jimena Villegas, crítica de Televisión de El Mercurio: Paulo Ramírez y Constanza Santa María
“Ya están probados como pareja gracias a “En boca de todos”. Han demostrado, en un horario de menos visibilidad pero válido como lugar de entrenamiento, que son fiables y que trabajan bien juntos. Él es quizá el rostro con más porte internacional y más temple del equipo de prensa de Canal 13. No sólo es guapo: su imagen en pantalla habla de calidez, de cercanía, de confianza y de tranquilidad.
Y lo que él no tiene, que es nervio y prisa, lo ofrece ella: se proyecta como una periodista segura, aguda y con calle, apartada de obsesiones estéticas o capilares y, a cambio, preocupada de lo que verdaderamente importa, que es la noticia. Para lucir sus virtudes de verdad, sin embargo, ambos necesitan algo que en general los informativos de TV y en particular el de Canal 13 no están dando: un menú noticioso verdadero, que entregue contexto, que se aparte del consumo y de la anécdota, y que nos permita a los telespectadores sentir que vemos lo que importa y no una sarta de trivialidades”.