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3 de Febrero de 2011

Farrah Fawcett será inmortalizada en el museo Smithsonian

Los objetos más recordados de la actriz que interpretó a Jill Munroe en la serie "Charlie's Angels" fueron donados hoy al Smithsonian por su pareja, el también actor Ryan O'Neal, y su sobrino, Greg Walls.


De seguir viva, Fawcett habría cumplido hoy 64 años, una efeméride que recordó con gran emoción O'Neal durante la ceremonia de entrega de los ocho preciados objetos originales de la actriz al museo.

Por Redacción
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Los objetos más recordados de la
actriz que interpretó a Jill Munroe en la serie “Charlie’s
Angels” fueron donados hoy al Smithsonian por su pareja, el
también actor Ryan O’Neal, y su sobrino, Greg Walls.

De
seguir viva, Fawcett habría cumplido hoy 64 años, una efeméride
que recordó con gran emoción O’Neal durante la ceremonia de entrega
de los ocho preciados objetos originales de la actriz al
museo.

Desde hoy, fetichistas y curiosos podrán contemplar un
guión original de “Charlie’s Angels”
, la muñeca de la
actriz que fue fabricada en los años setenta, así como el recordado
bañador rojo y el famoso póster que convirtió a Fawcett y a la
mítica prenda en dos iconos de la cultura pop.

En 1976,
Fawcett accedió a posar en una sesión fotográfica a la que, según
su entrenador de tenis, Nels VanPatten, que estaba con ella en ese
momento, “no dio mayor importancia”, pero que terminó por
cambiar su vida. Como la sesión se alargaba, Fawcett apremió al
fotógrafo: “hizo un par de posturitas, sonrió, y la dio por
concluida”, dijo el tenista.

Sin embargo, esa sonrisa
apresurada dio la vuelta al mundo
y encandiló a millones de jóvenes
que desde entonces no pudieron dejar de fantasear frente al que ha
terminado siendo el póster más vendido del mundo, con 12 millones
de copias distribuidas.

 

El póster y su papel en la mítica serie “Charlie’s
Angels” fueron los dos hitos que la convirtieron en un icono de
la cultura pop
y en una verdadera “sex symbol” en las
décadas de los setenta y ochenta.

“Farrah tenía energía
y aura. Yo nunca antes había visto algo así, ni tampoco lo he visto
después de su pérdida. Ella era magnífica”, narró
visiblemente conmovido O’Neal.

La venerada actriz murió de
cáncer el 25 de junio de 2009,
el mismo día que el cantante Michael
Jackson, una fatídica coincidencia que eclipsó la pérdida de una
actriz que treinta años antes despertaba los suspiros de toda una
generación de jóvenes y a la que querían parecerse todas las
mujeres de su época. 

cg/pgp/dmt

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