“Sigue La Idea: mi ruta por el carbono”, por Libertad Gaco

Una amiga, con toda razón, me dijo que el desafío era ponerme a andar en bicicleta. En honor a la verdad, no es que no lo intentara, pero fui floja. Cuando caí en cuenta que mi olvidada y preciosa bicicleta roja estaba desinflada, en vez de ir caminando hasta la bomba más cercana o decirle a mi pareja que me prestara su inflador, dejé pasar la oportunidad y se me pasó la semana.

Buscando el desafío, otra amiga me sugirió hablar de “la Ruta de Carbono”. Yo pensé que lo cercano en cuanto a rutas rebuscadas fue la de la caca en 31 Minutos. Pero me equivoqué, existen varias y de todo tipo… así que me puse a investigar.

 

La famosa huella de carbono es la totalidad de gases de efecto invernadero que uno genera. Es “nuestra huella” en el planeta, ya que todo lo que hacemos, queda en el medioambiente: transporte, productos que consumimos, lo que compramos, etc…

Navegando, llegué a una página que calcula la emisión de CO2 por ciudadano, país, hogar, auto, etc. En este navegar por internet también descubrí que en “El ranking de países” –¡¡hay ranking!!- estamos en la posición 51 de los que emiten más gases tóxicos y que en promedio, cada habitante chileno emite ¡¡3.7 toneladas al año!!

 

Me dio asco. En serio. Tanto así que, con lo fumadora que soy, apagué mi cigarro y me pregunté cuánto contaminaba yo con este viciado cilindro nicotinoso… googlié… Más asco me dio: con una sola colilla que es arrastrada a una fuente de agua, puedo contaminar 50 litros de agua. ¡Yo me fumo una cajetilla diaria! Soy una potencial contaminante de mil litros de agua diarios. ¡HORROR! Eso, sin contar que además genero 3.7 toneladas de gases tóxicos con vivir “al estilo chileno”.

 

Como datos extra, además me enteré que la industria tabacalera tala cerca de 200.000 hectáreas de bosques al año (otra gran razón que contribuye a los gases de efecto invernadero) y que su proceso de producción genera 2,3 mil millones de kilogramos anuales de desechos y otros 209 millones de kilos en desechos químicos.

 

El desafío se generó solo… y tengo que confesar que ME ATERRA. Aunque quizás los que más deban aterrarse son quienes están cerca en mi cotidiano… No fumaré por una semana. De sólo escribirlo, me asusto. Pero así es, este miércoles 16 hasta elmiércoles 23, no habrá humo de cigarro ni colillas al agua. Además, inflaré las ruedas de mi bicicleta.

 

Tengo miedo. No se imaginan lo que es para una fumadora como yo apartarme del vicio. Pero el desafío está planteado… ¿alguien se suma?

La preocupación está instalada, el debate, nuevamente abierto… ¿qué reto me plantean para la próxima semana?

* Les recuerdo, alguna duda, acotación, sugerencia o conversa gratis, pueden escribir alibertadylaidea@gmail.com

 

 

Libertad Gaco tiene casi 29 años, es madre de dos gatos, periodista de profesión, y comunicadora por vocación. Curiosa por esencia y apasionada por las causas que cree nobles, ha decidido experimentar en primera persona lo que es vivir en conciencia con el medio ambiente.