“Series made in USA: NCIS”, por Ernesto Ottone
Entre el año 1995 y 2005 transmitieron, sobre todo en los países anglosajones, una serie de la factoría de Bellisario (Magnum, Quantum Leap, Airwolf): J.A.G, que seguía los casos de un trío de abogados de la Armada de Estados Unidos. Esta serie que tuvo una larga vida no era especialmente brillante pero tenía su audiencia.
Lo más llamativo ocurrió durante la octava temporada, específicamente en los capítulos 20 y 21.
Entre el año 1995 y 2005 transmitieron, sobre todo en los países anglosajones, una serie de la factoría de Bellisario (Magnum, Quantum Leap, Airwolf): J.A.G, que seguía los casos de un trío de abogados de la Armada de Estados Unidos. Esta serie que tuvo una larga vida no era especialmente brillante pero tenía su audiencia.
Lo más llamativo ocurrió durante la octava temporada, específicamente en los capítulos 20 y 21. Entonces nació un spin off que dura hasta el día de hoy, que está en su octava entrega y que sigue siendo la serie con mayor nivel de audiencia de las series dramáticas-policiales de la televisión norteamericana. Me refiero a NCIS: Naval Criminal Investigative Service.
A pesar de que esta nunca me atrajo a priori, me acerque a ella por dos razones fortuitas. La primera se produjo el año pasado cuando me enganchó el nuevo spin off salido de Ncis, la versión en Los Angeles con LLcool J y Chris O’Donnell. Me dije “si lograron sacar ésta, la original debe tener algo especial”. La segunda razón de mi curiosidad fue la actriz de las primeras dos temporadas, Sasha Alexander, a quien acaba de ver en un programa bien hecho y entretenido junto a Angie Harmon “Rizzoli & Isles”.
En dos meses me puse al día y visioné los 186 capítulos de esta serie que va en el 17 de su octava entrega. La verdad es que bastante adictiva. Sus personajes principales van desarrollándose a lo largo de las temporadas, lo que nos permite ir descubriendo secretos sobre sus pasados.
Ncis es una serie policial que sigue casos de la justicia naval, sin embargo a veces se mete con casos policiales clásicos, otras con casos militares, del FBI, de la CIA, Interpol, o cualquier agencia internacional. Tal vez no todos los casos que se exhiben son de la misma calidad, pero los arcos de una temporada a otra valen la pena. Lo mejor es que los buenos no son tan buenos y los malos muchas veces son bastante humanos.
Los protagonistas son lo atractivo de esta serie, a raíz de las dinámicas que se producen entre ellos y el humor que se desprende en las situaciones menos esperadas. La emoción también es parte del menú de Ncis, sobre todo cuando algunos personajes mueren, ya que a diferencia de otras series, acá no desaparecen. Estos mueren en pantalla de manera brutal y se sigue hablando de ellos aunque pase el tiempo.
Los personajes principales son los siguientes: Agente especial Leroy Jethro Gibbs (Mark Harmon) el líder, viudo una vez, divorciado tres, incisivo, querido y temido líder de este grupo que tiende a sobre proteger a las chicas y golpear en la cabeza a los chicos, pero que logra resolver todos los casos con suficiente astucia e inteligencia, llegando algunas veces a usar la fuerza como último argumento.
Su segundo a bordo es el agente especial Tony Di Nozzio, el narcisista del grupo que anda pensando todo el día en el sexo opuesto, pero que es encantador y chistoso; el agente McGee, el nerd, ingenuo y el rookie del grupo; desde la tercera temporada podemos encontrar a la agente israelí Ziva David -interpretada por una actriz nacida en Chile, Cote de Pablo– que tiene un personaje enigmático, rudo y sensual. Ella, junto al personaje de Abby Sciuto -la científica del grupo con su pinta dark y personalidad autista y misteriosa- conforman el lado femenino de este grupo de machos.
Finalmente integra este selecto grupo el forense, sabio y educado Dr. Mallard, interpretado por este gran actor escosés llamado David McCallum, quien se hizo famoso por su personaje de Illya Kuryakin en “The Man from U.N.C.L.E.”, gran serie de los sesenta.
Ncis es una serie que mejora año a año, que como un buen pinot noir que hay que dejar enfriarlo suficiente para que se sienta fresco y rudo al paladar.
Ernesto Ottone Ramírez es licenciado en Artes y actor de la Universidad de Chile y Master II en Gestión y Políticas Culturales de la Universidad de Paris IX Dauphine. Es ex director Ejecutivo de Matucana 100, director del Magister en Gestión Cultural Aplicada de la Universidad del Desarrollo, y actual director Ejecutivo del Museo de la Solidaridad. |