¿Qué pasará con el Twitter de Elizabeth Taylor?
Taylor siempre ha sido una mujer de su tiempo, y como tal, tenía su propio Twitter. La actriz se abrió un perfil hace ahora un año, y desde su cuenta Dame Elisabeth, verificada y certificada por la propia compañía, a sus 79 años se mantenía en contacto con más de 321.000 seguidores.
Taylor siempre ha sido una mujer de su tiempo, y como tal, tenía su
propio Twitter. La actriz se abrió un perfil hace ahora un año, y desde
su cuenta Dame Elisabeth, verificada y certificada por la propia compañía, a sus 79 años se mantenía en contacto con más de 321.000 seguidores.
La actriz de ‘¿Quién teme a Virginia Wolf?’ mantenía en Twitter una
actividad no diaria pero bastante continuada. Su último tuit hace
referencia en una entrevista realizada en Harpers Bazaar, pero la mayoría de sus actualizaciones son bastante personales, por lo que se puede entender que realmente era la propia Elizabeth Taylor quien mantenía la cuenta.
Sus publicaciones hacen muchas referencias sobre ayudar a los demás y ser humilde.
También comenta indignada unas declaraciones relacionadas con el médico
su gran amigo Michael Jackson. “Creo que los médicos, como los curas,
tienen un voto de confidencialidad…”, decía ante una supuesta confesión
de este doctor que decía haber mantenido relaciones homosexuales con el
rey del pop.
Todas estas confidencias compartidas con Twitter quedan ahora abandonadas en el ciberespecio.
¿De quién es ahora la cuenta de Elizabeth Taylor? Legalmente la cuenta
queda en manos de sus herederos, que deberán decidir qué hacer con
ella.
El Twitter de la actriz no era lo suficientemente antiguo como para
poder considerarse un legado para sus fans y seguidores, pero llegará un
momento que habrá cuentas que serán consideradas auténticos patrimonios artísticos. ¿Se conservarán entonces abiertas y al alcance de todo el mundo como si fuese parte de su legado?
¿Qué sucede con la herencia y huella digital cuando pertenece a
alguien del mundo de la cultura, el arte, el espectáculo, la ciencia, o
la política?
Normalmente los familiares del fallecido suelen ordenar el cierre de
la cuenta a la compañía y se acabó, pero la muerte de Taylor hace pensar
en qué pasaría si la actriz hubiese tuiteado sus ocho matrimonios, el infinito rodaje de ‘Cleopatra’, su tormentosa relación con Richard Burton, cómo era James Dean en ‘Gigante’, o lo que sintió para decidirse a hacer campaña para que el SIDA dejase de ser tratado como una enfermedad maldita.
Entonces, su Twitter no podría ser cerrado al público. Esa cuenta sería tan valiosa como sus películas o su biografía, y sin duda, debería poder ser consultada por todos sus estudiosos.
Quizás, en un futuro, Twitter permita la opción de que las personajes públicos guarden sus cuentas en una especie de biblioteca que pudiese ser consultada por todos, después de todo, Twitter es el narración de una vida en primera persona y en 140 caracteres. No puede ser más autobiográfico.
Vía ¿Qué pasará con la cuenta de Elisabeth Taylor en Twitter? en La Información