Las 10 canciones de medianoche de Daniel Hidalgo
El autor de "Barrio miseria" (2007) y el nuevo libro de cuentos "Canciones punk para señoritas autodestructivas", comparte su selección musical desde Valparaíso.
Está en el ojo del huracán del medio literario porteño con el lanzamiento de “Canciones punk para señoritas autodestructivas“, un libro de cuentos que el semanario Qué pasa bautizó como “literatura lumpop”, en palabras de Hidalgo (27): “un término para definir cierta trascendencia que tiene la cultura mediática en los estratos populares”.
Su nuevo libro ya tuvo un concurrido lanzamiento en La Piedra Feliz de Valparaíso la semana pasada, mientras que en abril será el turno de Santiago. Vamos a la música:
1. The Clash – Train in Vain (Stand by Me) El lado más apasionado de Strummer y compañía, esta canción que es sobre esos amores afiebrados en donde nada más importa -ni el trabajo, ni las lucas- salvo estar con esa chica. Uno de los cuentos de “Canciones Punk para Señoritas Autodestructivas” tiene un epígrafe de esta canción maravillosa.
2. Orquesta Harlow – Grazin’ In The Grass (Una Miradita De Amor) Me gusta esta versión, porque es una relectura latina y sabrosona, en la escuela de las bandas de salsa que se animaron a hacer boogaloo en los 60’s/70’s y que debieron bailar en los clubes los mafiosos tipo Scarface. Además, este tema se escucha medio escondido en una gran escena de la película Jackie Brown de Tarantino. La dejo ahí, rebotando.
3. Kaskivano – Villa Francia Este es un temazo. Una canción hermosa con un mensaje muy simple pero honesto y necesario que no se nos debería olvidar jamás. “He sostenido una pelea de enamorados con elmundo” dice Kaskivano, el niño rabioso de San Antonio.
4. Los Ángeles Negros – Debut y Despedida Un bolero de aquellos, en esa clave eléctrica y medial soul a la que Los Ángeles Negros nos acostumbraron. Un monumento de la música cebolla y la materialización de la emotividad de barrio chileno, emparentada a las canciones del Zalo Reyes y de Cecilia, quizá. Que además de ser muy linda, tiene ese juego extraño y dramático en el que el cantante le habla a una chica que se encuentra entre el público. Los Ángeles Negros son, definitivamente, una de mis bandas favoritas.
5. Public Enemy – Fight the Power Nada. Junto con las películas de Spike Lee, Public Enemy encarnan esa épica de la resistencia del ghetto gringo absoluta. La mediatización de los valores de Martin Luther King, Mandela y Malcom X, la idea de que por la justicia social se combate, pero también se puede bailar o hacer cine. El videoclip de Fight the Power es impresionante.
6. Los Destellos – Patricia La cumbia peruana es de otro universo. Y Los Destellos es una banda de cumbia que perfectamente podría entenderse como música surf y psicodélica, cercano a lo que hicieron nuestros Viking 5, cumbia con solos de guitarra eléctrica y con formación de banda de rock.
7. La Dolce Vita – Amor a la Mala Punk cebolla. Así no más. Este fue un hit que escuchaba en los recreos, en el liceo, con esos mixtapes para el personal stereo que aún guardo. La Dolce Vita fue una muy buena banda del Nuevo Rock Chileno de los 90s que, fuera de este tema, pasó bien piola. Pero es eso, una cruza mutante entre Sandro y los Clash, entre los Dead Kennedys y Leonardo Favio.
8. Dead Menems – Maicol Yacsn Los Dead Menems deben ser de las bandas más divertidas y punk de argentina, hacen cumbia con lo que encuentren, y con letras que escapan a toda moral. Este tema es una parodia de Thriller, claro está, pero habla sobre una nena buena “de la cara para abajo” porque su rostro hace recordar a Michael Jackson.
9. Damas Gratis – Yo Ando Ganando Pablo Lescano, el líder de damas, es un genio. Un verdadero intelectual e investigador de la cumbia. El creador de la cumbia villera, con mañas de rapero gringo, pero un mostro al nivel de Prince, con quien incluso comparte el odio por las disqueras multinacionales. Un traductor, además, del humor de los barrios bravos argentinos.
10. Beck – Lost Cause Me gusta todo lo que hace Beck, pero esta es uno de los temas que me pone la carne de gallina. Por el nivel de intimidad y de ternura desolada. El lenguaje secreto que sólo entienden los amantes sintetizados en un single radial. Una maravilla folk, y lo que es mejor, una balada pop.