La pesadilla de ir en bicicleta a un restaurant de Santiago

En El Dínamo hicimos una pequeña encuesta entre algunos de los locales más concurridos de distintos puntos de la capital. Y tal como sospechábamos, los resultados no fueron muy alentadores. “¿Aló, buenas tardes, tiene estacionamiento para dejar mi bicicleta?”…. “No, lo siento”. Conversaciones similares a esa tuvimos con 25 establecimientos de las comunas de Ñuñoa, Providencia, Santiago Centro y Vitacura. En tanto, en otros cinco -sí, sólo cinco- nos dieron buenas noticias: tenían servicio de aparcamiento para bicicleta (ver mapa).

Esta realidad la llevan experimentando hace tiempo las asociaciones de ciclistas que estiman que en Santiago se realizan cerca de 500 mil viajes diarios durante el horario laboral. Pero a pesar de que cada año aumenta en un 30% la venta de estos vehículos, los servicios relacionados aún crecen muy lentamente.

“Es insuficiente el tema de estacionamiento en la ciudad, su falta es un desincentivo para el uso de las biciletas como transporte. Son muy pocos los lugares que tienen habilitados espacios receptivos para guarderías de bicicletas, donde puedas dejarla de forma segura”, explica Víctor Hugo Romo, productor de Bicicultura.

Y eso a pesar de los intentos de la autoridad por incentivar la creación de esos espacios. Prueba de ello es el Decreto Nº 58 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, aprobado hace sólo dos años, que exige la habilitación de biciestacionamientos en los edificios públicos de nueva construcción que se proyecten con una carga de ocupación superior a mil personas. La idea es que haya un estacionamiento de bicicleta por cada diez para vehículos motorizados.

Según Romo, esta práctica bien podría ser adquirida por los restaurantes o locales similares no sólo en beneficio de los ciclistas sino también de su imagen. “Sería de mutua conveniencia si el restaurante es amigable con la bicicleta. En
el mismo lugar donde caben dos autos pueden ubicarse 15 bicicletas… Bastaría con que el dueño ponga un cubículo ya que el usuario anda siempre con su cadena . Así como invitan a ir porque tienen asegurado lugar para auto, debiera hacerlo con las
bicicletas”.

Pero hay motivos para el optimismo. Claudio Olivares de “Arriba´e la Chancha” asegura que ya se puede hablar de un panorama más “favorable porque está en crecimiento. La gente está utilizando la bicicleta como medio de transporte y los lugares se están adaptando a ello. Claramente en los últimos cinco años ha habido un cambio positivo”. Como buen ejemplo de ello, algunos citan lo ocurrido en Lollapalooza donde los únicos privilegiados con estacionamientos especiales dentro del lugar fueron los 200 ciclistas que acudieron al concierto.

Según la encuesta “Origen Destino” de la Secretaria de Planificación de Transporte (SECTRA) del año 2006, un 3% de los viajes en Santiago eran en bicicleta. Es decir, de los poco más de 6 millones de habitantes, 181 mil se trasladaban pedaleando. En Bicicultura estiman que hoy esa cifra bien podría haber alcanzado el 4%. Los expertos aseguran que una de las formas de aumentar de manera más rápida esta cifra es precisamente ofreciendo facilidades -como estacionamientos- a sus usuarios. Quizás así podríamos acercarnos a realidades como las de Copenhague en Dinamarca, donde un 40% de sus habitantes se moviliza ya en bicicleta.

 

A continuación, un mapa con los locales de comida que descubrimos son “amigos de la bici”, más dos aportados por asociaciones de ciclistas consultados para este artículo. Si conoces más ejemplos, te invitamos a compartirlos en los comentarios para agregarlos a la brevedad.

Ver Restaurantes con estacionamiento para bicicletas en un mapa más grande.