Muerte de Amy Winehouse se debió a exceso de alcohol
El deceso de la cantante fue calificado como accidental por los médicos, descartando la tesis de suicidio.
La investigación en torno al fallecimiento de Amy Winehouse, que en un principio no había arrojado resultados concluyentes, determinó que éste se debió a un consumo desmedido de alcohol, y no a drogas o a un suicidio como se especuló inicialmente.
Según consigna El Mercurio, la responsable de la investigación, Suzanne Greenway, señaló que antes de la ingesta alcohólica, Winehouse había pasado por un período de abstinencia de tres semanas, y que “la consecuencia no deliberada de este nivel potencialmente fatal fue su repentina e inesperada muerte”. Con anterioridad, el patólogo Suhail Baithun había encontrado altos niveles de alcohol en las muestras de sangre y orina de la cantante. El lamentable suceso fue caratulado oficialmente como “muerte accidental”.
La abstinencia de la intérprete fue confirmada por su médico personal, Christina Romete, agregando que días antes de su deceso había empezado a beber nuevamente.