Las bodas del año… y las que no fueron
Casamientos anunciados, sorpresivos, novias fugitivas y enlaces frustrados. Fue también el año elegido por la realeza: William de Inglaterra, Alberto de Mónaco, el rey de Bután y la duquesa de Alba dieron el "sí"
El año se va llevándose consigo a varios de los solteros más codiciados, entre ellos, tres de “sangre azul”. El primero en abandonar el “club” fue el príncipe Guillermo de Inglaterra. El 29 de abril, a los 28 años, el segundo en la línea de sucesión a la Corona y la plebeya Katherine Middleton dieron el “sí” frente a 1.900 invitados, entre los que se distinguían el futbolista David Beckham y su esposa Victoria Adams, el cantanteElton John, el premier David Cameron y los ex primeros ministros conservadores,John Major y Margaret Thatcher.
Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock:
Otro que decidió dejar de lado los amoríos y las trasnochadas fue Alberto de Mónaco, quien a los 53 años puso fin a una larga soltería casándose con la ex nadadora sudafricana Charlene Wittstock, 20 años menor que él. Al concluir la ceremonia, los recién casados intercambiaron un beso tan furtivo que acrecentó los rumores sobre las pocas ganas que tenía la novia de casarse.
Además, días antes de la fastuosa boda, un diario publicó la insidiosa versión de que una arrepentida Charlene había querido abandonar el Principado tras enterarse de que Alberto iba a ser padre de otro hijo secreto. La sudafricana habría montado en cólera al descubrir que su prometido sería padre de dos hijos ilegítimos, uno de los cuales tendría los mismos años que la relación entre ellos.
Incluso la luna de miel en Sudáfrica los encontró por separado, cada uno hospedado en distintos hoteles. Las explicaciones del flamante esposo sobre esta excentricidad -alegó “razones prácticas”, ya que el viaje coincidió con una reunión del Comité Olímpico Internacional, del cual forma parte- tampoco ayudaron a disipar las dudas sobre la autenticidad de su relación.