Estos son los daños auditivos que puede provocar el año nuevo
El ruido durante las fiestas masivas, fuegos pirotécnicos, que superan ampliamente los decibeles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud, pueden causar traumas auditivos. Tinitus, zumbidos, dolor de oídos e incluso un daño al nervio auditivo se pueden provocar
La OMS reomienda no exceder los 85 decibeles (dB), por su parte, la legislación chilena establece el límite en 55 decibeles. Sin embargo, estas cifras son superdadas en la fecha del año nuevo. Por eso, el Centro de Estudios Gaes, efectuó en 2010 un trabajo “sobre la audición de la población chilena’, estableciendo que ocho de cada diez chilenos se preocupan poco o nada de su audición.
La falta de precauciones es más grave en la población más vulnerable: un 48,6% de los padres con hijos menores de 18 años nunca realizan una revisión auditiva a su hijo, y un 8% no sabe si lo ha hecho.
Fiestas familiares, fuegos artificiales, música de bandas en vivo y la ruta del entretenimiento en la noche de año nuevo podrían desembocar en daños auditivos, tanto temporales como permanentes.
Los especialistas aconsejan el uso de protectores para evitar complicaciones auditivas asociadas a la fiesta de fin de año.
En el caso de los menores de edad, la población más expuesta, la cifra es más preocupante, porque un 48,6% de los padres con hijos menores de 18 años nunca realizan una revisión auditiva a su hijo, y un 8% no sabe si lo ha hecho.
“Esto es preocupante, ya que la exposición a ruidos fuertes puede provocar un trauma acústico. El principal riesgo es que se puedan dañar las células sensoriales del oído interno, las encargadas de procesar el sonido hacia el nervio auditivo”, explicó el fonoaudiólogo de Gaes, Luis Ortega.
La mayoría de los eventos de fin de año son fuentes de sonido que superan los decibeles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
En el caso de las “mega fiestas”, las presentaciones de bandas alcanzan la misma intensidad que un concierto de rock (110 dB). En el caso de fuegos artificiales, esto puede ampliarse hasta los 120 dB, según mediciones con sonómetros.
La población con más riesgo son los niños y la tercera edad. Por eso, las principales recomendaciones van en disfrutar los espectáculos desde una distancia prudente y usar tapones protectores desechables.
“Los protectores están hechos a medida del canal auditivo de cada persona, de acuerdo al ambiente específico donde se encuentre la persona. En ningún caso aíslan del ruido, sino que lo atenúa a niveles adecuados para la audición humana.”, explicó Luis Ortega.
La recomendación de los expertos es consultar ante un otorrinolaringólogo si existe la más leve sospecha de daño auditivo.