El lado gótico de Sean Penn
Con un curioso look el actor norteamericano interpreta a Cheyenne, un antiguo cantante de rock que se embarca en la aventura de buscar al oficial nazi que humilló y persiguió a su padre durante la Segunda Guerra Mundial y que ahora vive en Estados Unidos como refugiado.
Sean Penn está acostumbrado a los desafíos. Los papeles que escoge en el cine son arriesgados, con personajes que residen en la frontera que separa el tabú de lo políticamente correcto. En ese mismo ámbito se mueve su último personaje, Cheyenne, el protagonista de la película «This must be the place».
Cheyenne es un antiguo cantante de rock que se embarca en la aventura de buscar al oficial nazi que humilló y persiguió a su padre durante la Segunda Guerra Mundial y que ahora vive en Estados Unidos como refugiado. Cheyenne encuentra en esta aventura una vía de escape a su rutinaria vida, en la que desentona tanto por su look gótico que recuerda vagamente al líder de Cure −ropa de cuero, melena negra, lápiz de ojos y pintalabios−, como por el rol que juega en su familia, ya que la relación con su mujer, interpretada por Frances McDormand, se parece más a la de una madre preocupada que a la de una pareja.
En una reciente entrevista durante el festival de Sundance, donde la película ha sido recibida con críticas dispares, Penn explicó al «New York Times» que cada paso de esta película ha sido una gran sorpresa. «Estoydeslumbrado con este director», confesó Penn al hablar sobre Paolo Sorrentino, el cineasta italiano que ha escrito y dirigido el filme.
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