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11 de Mayo de 2012

Muere el fotógrafo que retrató el horror tras la guerra de Vientnam

Horst Faas ha sido definido como el fotógrafo para el que la guerra se había convertido en un modo de vida. Como fotógrafo y editor recorrió Argelia, Congo, Bangladesh —sus imágenes de ejecuciones públicas le valieron el Pulitzer— pero sobre todo a Vietnam.

Por Redacción
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A los 79 años falleció el fotógrafo alemán Horst Faas, ganador de dos premios Pulitzer, mítico reportero en Vietnam para la agencia Associated Press entre 1962 y 1974. Faas, dejó como gran legado no solo un puñado de fotos de una crudeza devastadora; sino también una forma de mirar la guerra que cambió para siempre el fotoperiodismo.

Igualmente el trabajo de Faas como editor de AP, permitió que se dieran a conocer imágenes que ayudaron a cambiar la visión que se tenía en EE UU de lo que ocurría en Indochina. Hablamos de la imagen captada por Eddie Adams en la que un general survietnamita le pegaba un tiro en la sien a un prisionero del Vietcongla niña de la carretera número uno, corriendo desnuda y abrasada por el Napalm, tomada por Nick Ut. Las dos instantáneas lograron el Pulitzer.

“Vietnam marcó un patrón para el fotoperiodismo que se convirtió en un ejemplo para todas las futuras guerras”, explicaba el propio Faas en Requiem, un libro que editó junto a Tim Page en el que rinde homenaje a todos los fotógrafos muertos en las guerras de Indochina.

En su ensayo clásico sobre la historia del periodismo bélico, The First Casuality, Philip Knightley le describe así: “Horst Faas, el fotógrafo de Associated Press para el que la guerra se había convertido en un modo de vida, decía, con su marcado acento alemán: Sí, clarrrro que me gusta el boom boom, clarrrro que sí”. Y su nombre vuelve a aparecer al final del capítulo sobre aquel conflicto, titulado significativamente “La guerra es divertida”. “Jack Laurence, de la CBS, regresó con pesadillas. Empezaba a preguntarme si sería capaz de aguantarlo, si no perdería la cabeza. Quizás gente como Horst Faas tiene algún tipo de acero dentro que les blinda, deja fuera el horror y evita que les afecte”.

Sin ese acero interior, seguramente Faas no hubiese sobrevivido emocionalmente a una carrera que le llevó a Argelia, Congo, Bangladesh —sus imágenes de ejecuciones públicas le valieron el Pulitzer— pero sobre todo a Vietnam.

Este oficio no ha cambiado mucho”, señaló cuando fue preguntado sobre sus imágenes más célebres, que mostraban el combate en primer plano y toda la brutalidad de la guerra, sin filtros, desde soldados torturando prisioneros hasta los civiles muertos. “Iba a ver a los conductores de helicóptero y trataba de convencerles de que me llevasen. Les decía que tenía mi propia comida y mi propio casco y en general funcionaba”.

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