Amaro Gómez-Pablos: “Seguimos incrédulos, esperando que aparezcan”
El conductor de TVN afina los últimos detalles de su documental “Casa 212: causas Profundas”, que registra en imágenes inéditas las labores voluntarias realizadas en la isla por ocho buzos civiles, quienes fueron pieza clave para dar con el avión y ayudar a esclarecer las causas del accidente.
Al periodista y conductor del informativo central de Televisión Nacional de Chile (TVN), Amaro Gómez-Pablos, le correspondió, la noche del 3 de septiembre de 2011 -un día después de que el avión Casa 212 desapareciera frente al archipiélago de Juan Fernández con 5 de sus compañeros a bordo-, comunicar en vivo al país lo que a esas alturas ya todos temían: no había sobrevivientes.
Lo hizo con un nudo en la garganta, intentando ser claro y a la vez delicado, en uno de los momentos más difíciles de su carrera profesional. No se trataba de comunicar el dolor ajeno; había que contar el propio.
Ha pasado casi un año desde el siniestro y se preparan decenas de homenajes y recordatorios de la tragedia. Gómez-Pablos encontró su propia fórmula para adherirse a este período de conmemoraciones, con el debut de su documental “Casa 212: causas Profundas”, la noche del próximo lunes 3 de septiembre.
El registro, cuyos últimos detalles está afinando junto a la productora Nuevo Espacio, de Patricio Polanco, documenta las labores voluntarias de rescate realizadas en la isla por ocho buzos técnicos altamente especializados, todos civiles, quienes fueron pieza clave para dar con el avión y ayudar a esclarecer las causas del accidente.
“Ellos les brindaban alivio a las familias, recuperando cuerpos o pertenencias de desaparecidos. Su labor fue gratuita, honorable, y este documental hace eco de ello, con imágenes inéditas”, dice el conductor, quien en el registro también explora en los sentimientos de algunos familiares de las víctimas, aborda la explicación del accidente, y también la respuesta de la FACH.
“No es sólo una recapitulación de hechos. Hay hay personajes, contenidos e imágenes inéditas de lo que fue el rescate”, adelanta.
¿Cómo impactó el accidente a la comunidad de Juan Fernández que participó en las labores de rescate?
Peor que el tsunami, decían los pescadores, porque tras remontar quedaban nuevamente estigmatizados como isla maldita. Paradójico e injusto, por decir lo menos, porque deshonra el propósito de las 21 personas que iban a bordo, queriendo levantar una isla magnífica de personas aguerridas, solidarias y querendonas. Vieras cómo trabajaron todos en Juan Fernández por rescatar a quienes los rescataban.
Te correspondió dar a conocer la noticia de que no había sobrevivientes. ¿Cómo te tocó, en lo personal, esa responsabilidad, particularmente por el equipo de TVN que viajaba en el CASA 212?
Tenía un nudo en la garganta. En lo profesional, fue uno de los momentos más difíciles. Pensaba en los familiares; me ponía en su lugar. Cómo conciliar la necesidad de ser claro, enfático, y al mismo tiempo extremar la delicadeza, la sensibilidad frente a un hecho tan brutal. Informar mientras se vive un duelo que también es personal no es fácil.
La noticia de que no había sobrevivientes se confirmó durante la tarde del 3 de septiembre y TVN entregó la información en el noticiero central, ¿cómo se manejó el tratamiento de esa noticia?
Embargamos la información hasta tener plena confirmación para liberarla. Tratamos de actuar con la máxima discreción por respeto a todos.
Antes del accidente el canal atravesaba un delicado momento por los cuestionamientos del oficialismo a la conducción de Mauro Valdés, ¿Bajó la presión tras el accidente?
Un accidente de esa naturaleza cambia el foco de todo.
Rodrigo Cabezón es el único integrante del equipo de TVN fallecido en el accidente cuyo cuerpo no ha sido identificado. ¿Cómo golpea eso al canal?
Es simbólico que el cuerpo de nuestro querido compañero no haya sido encontrado, pero sí sus imágenes. He ahí su legado. Su pasión de toda una vida fue su epitafio. Hablé con su hermano Jorge. Le pasa lo que a todos: seguimos incrédulos, esperando que aparezcan. Jorge dijo algo precioso: “aprendí a conocer otras facetas de mi hermano a partir de la admiración de quienes lo conocieron”. El aún mira el mar. Lo espera. Y no sólo él.
A un año del accidente, ¿Cómo evalúas la actuación de la FACH?
No soy quien para anticiparme a las conclusiones de una investigación en curso. Pero cabe recordar, sin mitigar posibles responsabilidades, que ellos también tuvieron pérdidas en el accidente y durante el rescate. Ha sido traumático, brutal para la institución. Triste. Lo vi en terreno. Y creo que (la tragedia) ha implicado una dura curva de aprendizaje para la FACH. Generales dados de baja y una reprobación pública permanente: sancionados por divulgan información y violar el secreto del sumario, y castigados igualmente por la opinión pública si no la difunden. ¿Responsabilidad? En el reportaje que hicimos hay una declaración que sorprende… No la puedo adelantar, pero creo que el contexto en que se da es importante…
TVN ha sido objeto de críticas por el uso de la imagen de Felipe Camiroaga, ¿Crees que son injustas?
Conozco al equipo de Felipe, y también al canal. No pienso que haya una explotación de su imagen como móvil. El otro día me quedé pegado viendo una transmisión de Buenos Días a Todos donde lo mostraban con su singular impronta de humor. Quise ver más. Se lo echa de menos. Lo queremos de vuelta y sabemos que no volverá. Era una estrella televisiva, pero también un tipo llano, aterrizado y muy sensible que saludaba de capitán a paje y que nunca se obnubiló con su éxito. Ese fin de semana (viernes 2 de septiembre) podría haberse quedado en casa. No tenía obligación contractual de ir a Juan Fernández. Lo hizo porque era un tipo comprometido con su país, muy chileno, y eso no se olvida.
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