Inéditas cartas de John Lennon develan sus rencillas con McCartney
"Las Cartas de John Lennon" retrata la vida del cantante británico a través de las misivas que escribió a su familia y a sus compañeros de "The Beatles".
Hunter Davies, amigo de John Lennon, editó un libro en que se dan a conocer 250 cartas que el músico escribió durante toda su vida, un hábito que le fue inculcado por su tía Mimi, quien lo crió como una madre y un padre a la vez.
Yoko Ono autorizó la publicación de las cartas, 30 años después de la muerte de Lennon, en las cuales se puede apreciar la relación que tuvo con su familia y con los integrantes de la mítica banda de Liverpool.
Una de las cartas está dirigida a su padre, Alfred, quien no estuvo presente en la vida de John, pero apareció cuando éste ya era famoso. Finalmente el cantautor lo acogió en su casa, junto a su novia Pauline, según lo consigna Emol.
“Sé que va a ser un poco incómodo la primera vez que nos veamos y puede que durante unas cuantas veces, pero creo que todavía hay esperanza para nosotros”, escribió el 1 de septiembre de 1967 y continuó advirtiéndole: “No lo divulgues. No quiero que Mimi se vuelva loca. A la prensa quiero decir”.
Otras misivas van dirigidas a Paul McCartney y en ellas se refleja la conflictiva relación entre ellos. En una ocasión escribió: “No me avergüenzo de los Beatles (fui yo quien lo empezó), excepto de la mierda que aceptamos para hacernos tan grandes. (…) ¿De verdad crees que la mayor parte del arte actual ha surgido debido a los Beatles? No creo que estés tan loco, Paul. Por supuesto que cambiamos el mundo, pero trata de llegar hasta el fondo”.
Con respecto a los reproches de McCartney acerca del noviazgo de John y Yoko, Lennon le reprochó: “Espero que te des cuenta de toda la mierda que tú y el resto de mis amables y desinteresados amigos han lanzado contra Yoko y contra mí desde que estamos juntos. Puede que a veces hayan sido un poco más sutiles o debería decir ‘clase media’, pero no muchas”.
Y también se dirigió a la esposa de Paul, Linda, diciéndole: “Con tu mezquina y pequeña mente perversa, señora McCartney, tuviste el cuajo de pedirme que guardara silencio. Por supuesto, el aspecto del dinero es importante (para todos nosotros), sobre todo después de toda la mierda que vino de tu loca familia política”.