[Fotos] El Cine Arte Normandie celebra sus 30 años con nueva sala de proyección
Además de los dos proyectores de cine digital, la sala de igual forma mantendrán dos máquinas antiguas funcionando, con la cual se proyectarán los más de 2 mil largometrajes que existen en sus bodegas.
“Somos como el Gatopardo: Para que todo siga igual algo tiene que cambiar”, dice Mildred Doll, actual gerenta general del Cine Arte Normandie, haciendo alusión a la novela del escritor italiano Giuseppe Tomasi diLampedusa y mirando los viejos proyectores que desde diciembre abandonaron la sala de proyección del emblemático cine.
Esto porque el cine que hoy se ubica en calle Tarapacá 1181, en pleno barrio San Diego, tiene más de treinta años de historia desde que comenzó en 1982 en lo que hoy es la sala del Cine Arte Alameda. Y para celebrarlo, desde mediados del año pasado se han realizado una serie de cambios en las instalaciones, las que van desde nuevos baños hasta la instalación de oficinas.
Sin embargo, quizá el cambio más significativo es que, gracias a aportes conseguidos por la administración y con el apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la sala contará con nuevos proyectores digitales. Así, con la instalación de un proyector 2K y con la pronta llegada de un proyector DCP, además de un completo sistema de sonido digital que ya está en funcionamiento, el tradicional cine iguala en tecnología de proyección a las multisalas.
“Da un poco de pena, pero con esto nos igualamos a las grandes cadenas”, dice Mildred mirando la nueva sala de proyección, donde de igual forma se mantendrán dos máquinas antiguas funcionando, con las cuales se proyectarán los más de 2 mil largometrajes que existen en sus bodegas.
Así, se prepara la remodelación más grande de la sala construida en 1958, cuya historia, previa a ser el cine arte definía políticamente a los espectadores en los 80, tiene bastantes pasajes aún no tan conocidos. Aquí funcionó el teatro de la fallecida actriz Silvia Piñeiro, también se grabaron los recordados encuentros ‘Chilenazo’ transmitidos por Canal 11 (uno de los pocos programas culturales de la época) y “funcionó por muchos años la Sala de Extensión Musical de la Universidad de Chile, porque la sala tiene un muy buen sonido”, explica Doll.
La acústica de este teatro también fue la que inclinó a los organizadores a realizar allí el recital que Emir Kusturica y la No Smoking Orchestra a mediados de los 90 y en la actualidad varios músico nacionales, como Pedro Piedra y Kaskivano, han realizado ahí sus presentaciones.
De alguna manera esta impronta patrimonial fue la que quedó reflejada en las escenas de “Post Mórtem” de Pablo Larraín, que tiene a la sala como una de sus locaciones.
Volviendo al presente y dentro de las actividades de aniversario está un proyecto también apoyado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, destinado a potenciar la permanencia en cartelera de películas chilenas y a entregar capacitación en cine a profesores y estudiantes de Enseñanza Media, además de una serie de exposiciones de afiches de películas históricas en municipios y otros organismos.
Con estos arreglos, la sala que se caracteriza por la proyección de películas independientes y alejadas de los cánones comerciales que reinan la oferta actual pretende seguir acompañando a sus fieles cinéfilos, con una clara línea editorial. La misma que hizo desplegar un gran lienzo por la programación de ‘El gran dictador’ de Chaplín durante el plebiscito del 88, hoy tiene en en cartelera ‘El diario de Agustín‘, la historia del poderoso dueño del diario El Mercurio, Agustín Edwards Eastman y sus nexos con la dictadura militar, en el momento en que la realización de Ignacio Agüero, adquirida por Televisión Nacional, fue sacada de programación.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=H2kBoMJ06m0[/youtube]
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=P4YaGC2nex4[/youtube]
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=vqa6odgkUXY[/youtube]