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#Estadio Nacional #Santiago #the cure

15 de Abril de 2013

Brillante concierto de más de tres horas: The Cure salda su deuda pendiente con Chile

Con un repertorio que incluyó 42 canciones, Robert Smith y compañía simplemente hipnotizaron a los más de 50 mil fanáticos que llenaron en Estadio Nacional. La banda inglesa recorrió éxitos de todas sus etapas con interpretaciones que quedaron grabadas en las retinas de los asistentes.

Por Paulina Hidalgo

La banda británica The Cure cumplió con creces las expectativas con los más de 50 mil fanáticos que repletaron el Estadio Nacional este domingo. La espera fue larga para los treintones e incluso cuarentones que componían mayoritariamente a las entusiasta asistencia que desde primeras horas de las tarde llegó al centro deportivo de Ñuñoa.

Tras presentarse con éxito en Buenos Aires el viernes último, Robert Smith y compañía arrancaron su esperado primer recital en Santiago poco después de las 21:00 horas con “Open”, entonces se desató la emoción y el jubilo de los fans y se dio el vamos a una presentación que, a lo largo de más de tres horas, recorrió todas las etapas del grupo, desde su primer disco “Three Imaginary Boys (1979) hasta “4:13 Dream (2008), sin dejar de lado sus principales exitosos y canciones indispensables.

Con un repertorio que incluyó 42 canciones, el setlist más largo en lo que va del LatAm2013 Tour del grupo, Smith simplemente hipnotizó a quienes llegaron al Nacional. Daba lo mismo si estabas ubicado en cancha vip a metros del grupo o en lo más alto de la galería mirando las pantallas gigantes. El público contempló y cantó sin perder detalle canciones como “Just like heaven”; “Friday I’m love”;”The hanging garden” o “Lovecats”.

Y es que este recital no sólo tuvo una factura de audio impecable, a esto hay que sumarle una bella puesta en escena con luces y coloridas proyecciones para cada canción y, por cierto, una interpretación notable por parte del mítico Robert Smith, quien estuvo acompañado por el bajista Simon Gallup, el baterista Jason Cooper, el tecladista Roger O’Donell y el guitarrista Reeves Gabrels.

Pese a que el británico no interactuó demasiado con la gente, hubo instantes en los que pareció dejarse llevar por las canciones, regalándoles interpretaciones de antología, llenas de esa teatralidad y estilo (entre bufonesco e infantil) que lo han transformado en un cantante tan único y por el que los años parecen no pasar. Igualmente en una de sus pocas intervenciones, que se sumó a un saludo y un breve gracias, dijo sentirse cómodo y feliz e incluso intentó preguntar a la gente qué quería escuchar.

El recital fue un autentico placer tanto para quienes desde los 8o han seguido a este grupo como para quienes lo conocieron después y que por fin vieron cumplido ese -más que esperado- sueño de escuchar canciones que han formado parte de las banda sonora de sus vidas y que transforman en The Cure en un referente.

Revisa aquí las mejores imágenes del show.