2014, un año cargado a las secuelas en el cine
En un año lleno de segundas o terceras partes, también hay lugar a nuevas producciones cinematográficas, con grandes nombres como Meryl Streep, Julia Roberts y George Clooney.
El cine llegará en 2014 cargado de las habituales secuelas, de El Hobbit, de los Juegos del Hambre, de los X-Men o de Spider-Man, pero también de títulos menos previsibles, como “August“, un duelo de altura con Meryl Streep y Julia Roberts, o “The Monuments Men“, lo último de George Clooney como director.
Las secuelas
A finales de año llegará la tercera entrega de El Hobbit, segunda trilogía cinematográfica basada en los libros de Tolkien tras la del El Señor de los Anillos. Los cinco filmes estrenados hasta la fecha han conseguido nada menos que 4.355 millones de dólares de recaudación.
Pero antes habrá muchas otras secuelas con aspiración de reventar taquillas.
“Jack Ryan: Shadow recruit” será una de las primeras en llegar. En esta ocasión el agente creado por Tom Clancy tendrá el rostro de Chris Pine, que hereda un papel que han interpretado Harrison Ford (“Juego de Patriotas”, “Peligro Inminente”), Alec Baldwin (“La Caza del Octubre Rojo”) y Ben Affleck (“La Suma de Todos Los Miedos”). Y el británico Kenneth Branagh será el encargado de dirigir la historia y darle un tono más shakesperiano con la ayuda de Kevin Costner y Keira Knightley.
Otra secuela madrugadora será “Capitán America: The Winter Soldier“, que llegará en abril con las nuevas aventuras del superhéroe por excelencia para los americanos, interpretado por Chris Evans.
La segunda entrega del nuevo Spider-Man, con Andrew Gardfield y Emma Stone, se estrenará en mayo, al igual que “X-Men. Days of future past”, otra historia que ha cobrado nuevo brío con protagonistas más jóvenes -Jennifer Lawrence, Michael Fassbender, Nicholas Hoult o Ellen Page-.
A mediados del año llegarán el cuarto “Transformers”, con Mark Whalberg como sustituto de Shia LaBeouf; “Dawn of the Planet of the Apes” y “Resident Evil 6“. Y en noviembre el primero de los dos largometrajes en que se ha dividido el tercer libro de los Juegos del Hambre, “Monckingjay“.
Además, para este nuevo año se esperan las nuevas entregas de “Una noche en el Museo” -la tercera parte- con Ben Stiller y Robin Williams; la sexta parte de “Big Hero” o la segunda del último éxito de Disney, “Planes. Fire & rescue“.
Pero lo más esperado del cine infantil -o no tanto- es el regreso animado de Dorothy a Oz y la interpretación de Angelina Jolie de la malvada Maléfica en una versión de “La Bella Durmiente” centrada en su personaje.
Meryl Streep, Julia Roberts y George Clooney se cuelan entre las secuelas
Mas allá de las segundas o terceras partes, 2014 trae otros estrenos que pueden sorprender, como “Noé“, con Russell Crowe como protagonista a las órdenes del irreverente Darren Aronofsky (Pi, Réquiem por un Sueño), y acompañado por Jennifer Connelly, Anthony Hopkins y Emma Watson.
También está “Nebraska”, una tierna historia familiar de Alexander Payne, que trae al recuerdo “Una historia sencilla”, de David Lynch, y que hizo a su protagonista, el veterano Bruce Dern, ganador del premio de interpretación masculina del último Festival de Cannes.
“Nebraska” llegará a los cine en febrero, al igual que “The Monuments Men”, el filme con el que Clooney cuenta la poco conocida historia de una pequeña brigada de soldados que durante la Segunda Guerra Mundial se dedicaron a salvaguardar las obras de arte en Europa.
Un filme que se estrenará en febrero en la Berlinale, demasiado tarde para optar a los Óscar, que se celebrarán el 2 de marzo, y para los que ya hay algunos títulos que figuran entre los favoritos pese a que aún no se han estrenado.
Es el caso de “August. Osage county“, dirigida por John Wells y que cuenta, además de con Streep y Roberts, con Sam Shepard, Ewan McGregor, Benedict Cumberbatch y Juliette Lewis como protagonistas de una tensa reunión familiar en Oklahoma. Se estrenará en todo el mundo el 10 de enero.
Películas que convivirán con la avalancha de secuelas de este nuevo año, que repite el esquema ya habitual del cine, de exprimir una historia mientras siga dando dinero, aunque eso suponga estirar los argumentos hasta lo imposible.