"Cuarteto para el fin de los tiempos", de Messiaen, hoy en el GAM
El “Cuarteto Sinfoclásico Chileno” interpreta esta obra clave de la historia de la música, que fue compuesta y estrenada en un campo de concentración.
Considerado una obra clave en la historia de la música, así como en la producción de su autor, el compositor francés Olivier Messiaen , el Cuarteto para el fin de los tiempos será interpretado en el marco de la Temporada de Música de Cámara de la Orquesta Sinfónica de Chile que se presenta en el Centro Gabriela Mistral, GAM.
El concierto se realizará hoy miércoles 6 de agosto, a las 19:30 hrs. y estará a cargo del “Cuarteto Sinfoclásico Chileno”, integrado por el violinista Miguel Ángel Muñoz, la pianista Dafna Israel; el violonchelista Nicolás Benavides y el clarinetista Alejandro Ortíz. Además de la obra de Messiaen, el público podrá escuchar Contrastes para violín, clarinete y piano de Béla Bartók.
El Cuarteto para el fin de los tiempos fue escrito en un campo de concentración de Stalag, donde Messiaen se encontraba en régimen de prisionero de guerra después de ser capturado por las tropas alemanas. La conformación musical responde a lo que el artista disponía en aquel momento y entorno: violín, clarinete y violonchelo, además de un viejo piano vertical que tocó el propio Messiaen el día del estreno en 1941 ante una audiencia de 5 mil prisioneros y guardias de prisión. “Nunca fui escuchado con tal rapto de atención y comprensión”, diría el compositor quien se inspiró en un texto del Apocalipsis. En la configuración del lenguaje musical utilizado está presente la idea de lo eterno y de intemporalidad que expresa el título de la obra.
El clarinetista de la Orquesta Sinfónica de Chile Alejandro Ortíz se refiere a los motivos que tuvieron para programar esta obra que pocas veces se toca por su complejidad técnica. “Nos juntamos a hacerla porque es una obra descriptiva y por todo lo que implica la religiosidad que la envuelve. Además la fecha del concierto coincide con el día del lanzamiento de la bomba atómica. Para los que estamos participando es un desafío profesional alto porque se necesita mucho tiempo de trabajo y experiencia para interpretarla”, dice.
“Contrastes de Béla Bartók igualmente es una obra técnicamente compleja y se hace menos aún que la de Messiaen por lo que también implica un desafío profesional interesante”, agrega