Cardenal Errázuriz: “Sólo por ignorancia o maldad se puede decir que la Iglesia protege clubes de pederastas”
Recordó su intervención en las denuncias contra Fernando Karadima, reconociendo que "es cierto que tuvo lugar una demora inicial en el tratamiento de las dos primeras denuncias, que parecían no se creíbles debido a la gran fama que rodeaba al acusado, y al hecho que nunca antes había recibido una acusación a él de abuso sexual".
El cardenal Francisco Javier Errázuriz respondió a la polémica generada por el cineasta Pablo Larraín, reciente ganador del Oso de Plata en la “Berlinale”, quien lo fotografió con el galardón y la leyenda: “Con el líder e inspirador de El Club”.
Y es que la cinta de Larraín da cuenta de un grupo de sacerdotes recluidos en una “casa de retiro” por cometer delitos, en una referencia a lo vivido por Fernando Karadima y Francisco José Cox, quienes fueron confinados a una vida de penitencia tras ser encontrados culpables de ser autores de abusos sexuales.
Frente a esta situación, el sacerdote señaló a La Segunda que “el señor Larraín afirmó que el club de los pederastas que presentan en la película es una extensión del gran club que es la Iglesia (…) una organización que no cree en la justicia civil ni en la justicia laica, pero sí en que sus miembros deben rendirle cuentas solo a Dios, ya que la Iglesia lava sus atrocidades en el sacramento de la confesión, con los cual los pederastas y sus cómplices quedan impunes”.
Junto con ello, afirmó que “el director afirma que de los sacerdotes abusadores que son eximidos de toda condena por parte de la justicia ordinaria, y que solo a ellos se le aplica la prescripción de los delitos. Puede ser comprensible que un artista no esté bien informado sobre estas materias, pero si decide filmar una película que trata de ellas, difamando a la Iglesia, debiera informarse”.
“Es totalmente falso afirmar que la Iglesia no respeta ni acata a un legítimo poder del Estado (…) Es cierto que en algunos casos, la declaración de culpabilidad por parte del Poder Judicial no ha conducido a una pena, porque los hechos están prescritos (…) La norma de la Iglesia, tal como la publicó el Papa San Juan Pablo II es está: en el sacerdocio de la Iglesia no hay cabida para quienes abusan de niños”.
El cardenal Errázuriz también recordó su intervención en las denuncias contra Fernando Karadima, reconociendo que “es cierto que tuvo lugar una demora inicial en el tratamiento de las dos primeras denuncias, que parecían no se creíbles debido a la gran fama que rodeaba al acusado, y al hecho que nunca antes había recibido una acusación a él de abuso sexual”.
Pero recalcó que apenas “se aclaró la credibilidad, abrí e impulsé el proceso canónico (…) Y un punto muy importante, pedí que se levantara la prescripción de los hechos. Solo de la Iglesia recibió una pena, sumamente dura”.
“Tan solo por ignorancia y también por maldad se puede decir que la Iglesia propicia la impunidad, o que protege clubes de pederastas. Es más, cuando leo las medidas que ha tomado para tutelar el bien de los menores de edad, y los castigos que aplica a quienes abusan de ellos, pienso que ha reaccionado ejemplarmente”, sentenció.