¿Por qué siempre te toca la fila más lenta? Estudios te lo explican
Existe una explicación matemática y de probabilidades... pero también de percepción y sicología de las filas.
El banco. La Notaria. El Registro Civil. La biblioteca. El supermercado. Todos estos lugares tienen algo en común: sus insufribles e interminables filas.
No obstante, no es sólo efecto del azar el que nos veamos atascado en una de ellas. Existen explicaciones matemáticas.
Por ejemplo: si estamos ante tres filas y elegimos al azar una, existe la posibilidad, una entre tres, de que estemos en la más rápida, mientras que hay dos posibilidades entre tres de que cualquiera de las otras dos se mueva más rápida que la nuestra.
Si son 5, tenemos un 20% de posibilidades de que la nuestra se mueva más rápido, así como también existe un 20% de que sea la más lenta.
Otro motivo lo aborda John D. Barrow en su libro “El salto del tigre” citado por Verne, de El País: “Por término medio, las colas y los carriles lentos son aquellos en los que hay más personas y vehículos. Por tanto, hay más probabilidades de estar en uno de ellos que en los que avanzan con más rapidez, que son aquellos en los que hay menos personas o vehículos”. Ojo que también Barrow considera el “azar”, como si a alguien en la fila de la tienda se le olvidó su cartera.
También hay un juego de percepciones, como lo explica Tom Stafford: “Cuando la cola en la que espero se mueve más rápido, me centro en dónde voy, ignorando a la gente que adelanto. Cuando estoy parado, pienso en mí y en mi mala suerte”. Así como también pasamos menos tiempo adelantando que siendo adelantados, precisamente porque vamos más rápido.
O sea… si voy avanzando y súbitamente me tengo que detener por el mismo tiempo que fui avanzando, sentiré que es el doble de largo por la pura lata de ponerme a esperar.
La ilusión de la “caja rápida”
Es una paradoja que la caja rápida sea la más lenta. Se demora más en el cambio de clientes que en el pasar los productor: por eso nos recomiendan cajas con menos gente, pero con más compras.
Se plantea incluso que la mejor posibilidad es que exista una “caja única”. No que sea el que uno decida. Al no verse adelantado, probablemente la percepción del tiempo va a ser significativamente distinta.
Wired propone el sistema de los tres cajeros, donde si hay un atasco, la gente se cambia en las pocas posibilidades que hay.
No obstante, el factor sicológico sigue siendo el más importante: Los pasajeros del aeropuerto de Houston no paraban de quejarse de lo mucho que tenían que esperar a que llegaran sus maletas, así que se aumentó el número de empleados dedicados a esta tarea, con lo que la espera media cayó a ocho minutos. Las quejas, no obstante, seguían.
Hasta que se dieron cuenta de que los pasajeros sólo tardaban un minuto en caminar desde las puertas de llegada hasta la recogida de equipaje y pasaban la mayor parte de esos ocho minutos de pie frente a las cintas. Así que optaron por reenfocar el problema: en lugar de reducir aún más los tiempos de espera, alejaron las entradas de la terminal principal y reenviaron las maletas a las cintas más lejanas, haciendo que el paseo durara seis veces más. Las quejas prácticamente se eliminaron.
