Marcia Tambutti, realizadora de "Allende, mi abuelo Allende": "En DD.HH. no se da vuelta la página, no es un dato en un libro"
Antes de su estreno comercial, el trabajo que viene de ser destacado en Cannes con el premio "El ojo de oro" a mejor documental, será exhibido en agosto como parte de la competencia internacional en el Sanfic.
Marcia Tambutti nació el año 1971, o sea que su abuelo murió cuando ella tenía dos años. Su abuelo es Salvador Allende y su mamá es la senadora Isabel Allende. Marcia creció en el exilio, en México, donde ha vivido gran parte de sus 44 años. También estudió Biología en Londres.
Para realizar “Allende mi abuelo Allende”, su primer trabajo audiovisual el que retrata , Marcia estudió guión y cine documental, tomó cursos por Internet, y se transformó en una especie de investigadora privada de su propia familia.
El resultado de todo eso es que acaba de ganar el premio al mejor documental en el Festival de Cine de Cannes, acaso el festival más prestigioso del mundo. Ahora viene llegando a Chile desde Uruguay donde participó en Doc Montevideo y se prepara para mostrar su película por primera vez en Chile: su estreno en salas será en septiembre, pero antes, podrá ser vista en el Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic), del 25 al 30 de agosto, compitiendo en la categoría Internacional del certamen.
Marcia Tambutti asistió esta mañana a la ceremonia de inauguración del Sanfic, donde conversó con El Dínamo.
¿Qué le pareció el “pasó la vieja” de Fernando Villegas a Carmen Gloria Quintana?
“Hay que entender que las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos, y sus familiares, que también son víctimas, nunca van a descansar hasta que no exista verdad y justicia, “pasó la vieja” no existe en casos de terrorismo de Estado, es una política que ojalá no existiera ni hubiese existido. Es algo condenado a nivel internacional. Por eso los crímenes de lesa humanidad no prescriben en términos de legislación internacional. En nuestro país tenemos que entender que la verdad es necesaria, que nos dignifica como personas, y las personas que hemos y han sufrido consecuencias directas de la dictadura esperan saber lo que ocurrió y que haya justicia. No se trata de dar vuelta la página, porque no es un dato en un libro, sino de aspectos fundamentales en la vida de las víctimas”.
Además de su película se está filmando una película sobre Pablo Neruda ¿Qué importancia le da usted a que un país conozca a sus personajes históricos en facetas más humanas?
“Tanto Neruda como Allende eran personas de carne y hueso, si bien hicieron cosas que trascendieron en la historia Latinoamericana dejando una huella profunda, no les quita que sigan siendo seres humanos, y como tales los debemos conocer. Los mitos están en blanco y negro, pero el mundo real tiene matices, colores, y yo creo que es mucho más integral conocer a los personajes en su dimensión completa.
¿Qué fue lo que más le sorprendió al investigar sobre su abuelo?
“Encontrar imágenes de un “Chicho” durmiendo siesta, en la playa, de vacaciones, esas imágenes ineditas, descubrir que había todo un archivo de fotos familiares de mi abuelo, que yo desconocía, que nunca había visto. Eso, más allá de ayudarme a completar una imagen para el imaginario colectivo, me hizo descubrir algo que es, o creo que es, universal, algo que puede relacionarse a cualquier familia, y es que los temas dolorosos no se hablan. ¡Yo me di cuenta que con mi hermano nunca había hablado sobre nuestro abuelo! Y eso es algo que está mal porque lleva a perder la identidad propia. En ese sentido, esta película es una invitación a una reflexión familiar, a enfrentar los temas aunque sean dolorosos”.